La economía baja en carbono sufre los efectos ocultos del cambio climático

Notipress.- Si bien la reducción de emisiones de carbono es el pilar central de la lucha contra el cambio climático, existen otros desafíos menos evidentes que pueden obstaculizar la transición hacia una economía baja en carbono. Un reciente estudio publicado en la revista Data Science and Management por investigadores de la Universidad de Finanzas y Economía de Lanzhou destaca cómo los riesgos climáticos físicos, como olas de frío, lluvias intensas y sequías, no solo afectan el medioambiente, sino que también dificultan el desarrollo económico sostenible.

China y la integración desigual de la economía baja en carbono

Dicha investigación analiza el caso de China, donde la integración de la economía digital y baja en carbono avanzó de manera desigual. Mientras que las regiones orientales lideran este desarrollo, las occidentales enfrentan mayores dificultades, principalmente debido a condiciones climáticas adversas. Según el estudio, eventos extremos pueden interrumpir la innovación tecnológica verde, un factor clave para el crecimiento coordinado de estos sectores.

Los investigadores utilizaron un modelo de grado de coordinación de acoplamiento y análisis de regresión Tobit para evaluar la relación entre los riesgos climáticos y la economía sostenible. Los hallazgos revelan que las regiones con un alto desarrollo en estos sectores tienden a influir positivamente en sus vecinas, aunque crean una dinámica de progreso desigual entre zonas “altamente desarrolladas” y “poco desarrolladas”.

El clima extremo como freno a la innovación y las infraestructuras

Uno de los principales problemas identificados en el estudio es el impacto del clima extremo en la infraestructura energética y digital. Olas de frío severas y sequías pueden causar interrupciones en el suministro eléctrico, dificultando la adopción de energías renovables y la operación de centros de datos y redes digitales. Además, las lluvias intensas pueden dañar infraestructuras críticas, retrasando la modernización tecnológica.

Otro desafío clave es la innovación tecnológica verde. El estudio muestra que las condiciones climáticas adversas pueden frenar la inversión en investigación y desarrollo, limitando la creación de nuevas soluciones sostenibles. Esto crea una barrera adicional para la transición hacia una economía baja en carbono, ya que el avance tecnológico es esencial para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

Soluciones y estrategias para una transición resiliente

Para mitigar estos efectos, el estudio sugiere varias estrategias, entre ellas:

  • Fortalecer la resiliencia de la infraestructura: Diseñar redes energéticas más resistentes a fenómenos climáticos extremos.
  • Promover la innovación tecnológica verde: Invertir en soluciones que puedan operar en condiciones adversas.
  • Adaptar los planes de desarrollo a las condiciones regionales: Implementar estrategias específicas para cada zona afectada.
  • Fomentar la colaboración interregional: Crear sinergias entre regiones desarrolladas y menos avanzadas para impulsar el crecimiento equitativo.

Asimismo, el estudio deja en claro que la transición hacia una economía baja en carbono no puede centrarse únicamente en la reducción de emisiones de CO₂. Los riesgos climáticos físicos representan una amenaza real para la integración de estas economías, y abordar estos desafíos ocultos será clave para garantizar un desarrollo sostenible a largo plazo.


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