La polémica está en el aire.

A días de iniciar el curso escolar, sin aún ser parte de la información oficial porque no han sido difundidos por la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (CONALITEG), la publicación de los libros de texto compartidos en diversas plataformas de la nube electrónica, han encendido en debate sobre la pertinencia, los “errores” y algunos contenidos polémicos que generan más polémica.

En la idiosincrasia mexicana y formativa de los docentes en nuestro país, los libros de texto son herramientas vitales tanto para el maestro como para los alumnos para saber qué contenidos y habilidades se pretenden lograr en un curso escolar.

Ahora la autoridad educativa de la cuarta transformación nos presenta unos materiales para el aula orientado más a la estrategia de los proyectos que integran en su diseño y elaboración el conjunto de disciplinas que intervendrán. Sin embargo, llama la atención que los otros contenidos que podemos considerar metodológicos para una disciplina específica no se encuentran. Ese es el fondo de la crítica de falta de libros como español o matemáticas que tradicionalmente se consideran asignaturas esenciales en la formación básica de un individuo.

Se parte del supuesto de que los contenidos ahora serán elegidos por el docente del llamado “programa sintético” que es el programa nacional ajustando a la situación contextual de la escuela.

Esto de entrada significa crear un proceso no homogenizado en la impartición del conocimiento, ya que la enseñanza se focaliza según el compromiso del colegiado de docentes y de los maestros que lo componen para elaborar no solo el programa, sino también de todos los elementos de ejercitación que deberán diseñar para la enseñanza de los contenidos.

¿Se han dado cuenta los maestros del trabajo que se viene encima? Se puede deducir que no solo será de planeación. Sino que, en la ausencia de un contenido de español, matemáticas u otras ciencias exactas y las sociales, también van a requerir tiempo para hacer las actividades correspondientes. Lo que me viene otra serie de cuestionamientos ¿cómo se van a distribuir estos ejercicios?

La gran fortaleza de los libros de texto gratuito al ser concebidos fue que se fomentará la igualdad en la formación, que todos tuvieran homogenizado las actividades en los libros de texto que eran, para los estudiantes, las herramientas de trabajo. Sin caer en un sarcasmo innecesario, la política “neoliberal” de la educación de los sexenios pasados pueden asegurar que todos los mexicanos que fuimos educados con los libros de texto gratuito tuviéramos la misma oportunidad de conocimientos, habilidades y actitudes.

Pero hoy parece que eso es secundario. Atrás de este plan de estudio no está en la prioridad la formación cognitiva de los estudiantes, sino un plan de sembrar en los alumnos un “enfoque socialista” al ver en la comunidad y en los saberes populares, que se integran en la llamada “epistemología del sur“. Una corriente de pensamiento que se originó en América Latina y que busca cuestionar y superar las concepciones tradicionales de conocimiento y epistemología que han sido predominantemente eurocéntricas y occidentales.

Estas epistemologías se centran en el conocimiento generado desde y para el contexto del sur global, es decir, aquellos países y comunidades que han sido históricamente marginados y subordinados en el sistema mundial.

Por lo que se hacen señalamientos ideológicos de la lucha de la izquierda y la actitud de romantizar el caudillismo latinoamericano que han luchado contra las injusticias sociales.

Acercar al alumno a esas realidades sociales es confirmar más una postura a favor del pensamiento explotador del capitalismo y la necesidad de una transformación que sería la construcción de una nueva sociedad igualitaria no aspiracionista ni regulada por las desigualdades del mundo capitalista.

Además, con la justificación de los saberes populares se abre a no solo los conocimientos ancestrales que no necesariamente son científicos, sino que puede tomar otros que se configuran en la sociedad como la ideología de género que justificado en una inclusión se equivoca en negar bases psicobiológicas que configuran la naturaleza del hombre y de la mujer.

Las ideologías se sustentan más en un salto de fe que en una base científica. Terminan siendo subjetivas y superficiales.

Es por ello que más que conocimientos y habilidades que ayuden a mejorar las capacidades cognitivas de los alumnos y la formación de su personalidad, el tema fundamental del plan de estudio y de los libros de texto es la reinvidicación del oprimido, el sueño educativo reformista de Pablo Freire, uno de los precursores de la hoy conocida epistemología del sur.

 

 

 


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