La violencia de género, la desigualdad y la discriminación afectan desproporcionadamente a las indígenas, que además tienen un acceso limitado a la justicia, la educación, el empleo digno y los servicios de salud, alerta el comité especializado en los derechos de las mujeres. En una nueva guía, llama a establecer políticas que salvaguarde las garantías fundamentales de ese colectivo.
El Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) instó este jueves a los Estados a desarrollar e implementar de inmediato políticas integrales que protejan de verdad los derechos humanos de las mujeres y niñas indígenas en todo el mundo.
En una nueva guía, el CEDAW denuncia las numerosas violaciones y abusos de las garantías fundamentales que aún sufren las mujeres y niñas indígenas y considera inaceptable la discriminación que sufren y que les impide gozar de libertades y servicios tan básicos como el acceso a la salud o la educación.
La presidenta del Comité, Gladys Acosta-Vargas, sostuvo que las mujeres y niñas indígenas se ven afectadas de manera desproporcionada por la violencia de género, la desigualdad y la discriminación.
“Y siguen acosadas por un acceso limitado a la justicia, la educación, el empleo digno y la atención médica, simplemente por ser quienes son”, lamentó Acosta-Vargas.
Los censos más recientes indican que la población indígena mundial es de 476,6 millones y que más de la mitad, o 238,4 millones, son mujeres y niñas.
Violencia de género
El Comité señaló que esas mujeres padecen formas cruzadas de discriminación vinculadas al sexo, género, condición indígena y otras características y factores, y destacó la violencia como una de las principales manifestaciones de esa discriminación.
Especificó que la violencia de género contra las mujeres y niñas indígenas abarca la violencia psicológica, física, sexual, económica, espiritual, política y ambiental.
Detalló que estas mujeres enfrentan violencia intrafamiliar y violencia en el ámbito laboral, público e institucional, y que se les agrede mientras reciben servicios de salud y navegan los sistemas de bienestar infantil, al igual que cuando participan como líderes en la vida política y comunitaria o cuando defienden los derechos humanos. Los atropellos también ocurren cuando se les priva de la libertad o les confina en instituciones.
Riesgo excesivo de violación y acoso sexual
Los 23 integrantes del Comité alertaron de que las mujeres y niñas indígenas corren un riesgo excesivo de violación y acoso sexual; homicidios y feminicidios por motivos de género; desapariciones y secuestros; trata de personas; formas contemporáneas de esclavitud; explotación; prostitución; esclavitud sexual; trabajo forzado; embarazos forzados; y políticas estatales que ordenan la anticoncepción forzada, entre otros abusos.
Para el CEDAW, la discriminación contra las mujeres y niñas indígenas está anclada en la falta de implementación de sus derechos a la libre determinación y autonomía, y cita como ejemplo de ello el continuo despojo de tierras, territorios y recursos naturales a las que son sometidas.
Falta de participación y asimilación forzada
“El Comité reconoce que el vínculo entre las mujeres indígenas y sus tierras a menudo es la base de su cultura, identidad, espiritualidad, conocimiento ancestral y supervivencia”, apunta el documento y agrega que los gobiernos y otros actores suelen emprender proyectos de inversión, infraestructura, desarrollo o explotación de recursos en su territorios sin asegurar la participación efectiva ni obtener el consentimiento de los pueblos originarios afectados.
También enumera la lucha de las mujeres y niñas indígenas contra las políticas de asimilación forzada y otras violaciones de derechos humanos a gran escala, que en ciertos casos pueden equivaler a genocidio.
Obligaciones de los Estados
En este sentido, el Comité argumentó que es fundamental que los Estados aborden las consecuencias de las injusticias históricas y brinden apoyo y reparación a las comunidades afectadas “como parte de la justicia, la reconciliación y el proceso de construcción de sociedades libres de discriminación y violencia de género contra las mujeres y niñas indígenas”.
Del mismo modo, enfatiza la necesidad de que los Estados dediquen especial atención a la protección de los derechos de ese grupo poblacional cuando éste viva en entornos urbanos, ya que eso aumenta la exposición al racismo, la discriminación, las políticas de asimilación y la violencia de género.
El CEDAW pide asimismo la participación efectiva de las mujeres y niñas indígenas en la toma de decisiones y aboga por su inclusión en las instituciones estatales, respetando siempre sus culturas, identidades y tradiciones.
“La discriminación contra las mujeres y niñas indígenas es inaceptable y todos los Estados deben abordarla de manera sustantiva eliminando todas las barreras estructurales a las que se enfrentan y asegurando que sus derechos individuales y colectivos se respeten plenamente”, recalcó el Comité.
Boletín de prensa de la ONU
Espero que esta publicación sea de tu interés. Me gustaría seguir en contacto contigo. Por lo cual te dejo mis principales redes para dialogar y comentar los temas de interés para la sociedad y nosotros.