Ideología de género – U Yotoch Chanboox Boox https://www.chanboox.com Sitio personal de Enrique Vidales Ripoll Sun, 08 Jul 2018 05:30:55 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.2 82470160 Plan pedagógico del seminario sobre “ideología de género” https://www.chanboox.com/2018/07/07/plan-pedagogico-del-seminario-sobre-ideologia-de-genero/ Sun, 08 Jul 2018 02:52:15 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59383

Ideología de género

El FRENTE NACIONAL POR LA FAMILIA te da la BIENVENIDA
*Seminario virtual*

¡QUE NADIE SE QUEDE CON LOS BRAZOS CRUZADOS!

Ideología de género y el indispensable compromiso de los laicos en la vida pública

OBJETIVO GENERAL

🔅Promover la formación de laicos competentes que comprendan los desafíos que nos presenta la época actual, y en particular la ideología de género; que adquieran argumentos para cuestionarla; que encuentren expresiones culturales, cívicas y políticas innovadoras para promover la dignidad de la persona humana, la vida, el matrimonio y la familia; y animarlos a defenderlas organizadamente.

PLAN PEDAGÓGICO DEL SEMINARIO

Este Seminario tiene 3 momentos:
I.    La revolución sexual
Objetivo: Comprender el tiempo que vivimos
Se presenta el drama de la situación social actual: el cambio de época que está ocurriendo en el mundo que nos está tocando vivir, el complejo fenómeno de la globalización y sus peculiaridades; en seguida se hace una revisión histórica del feminismo y luego una descripción de la ideología de género y sus efectos en las personas y en la cultura.
1.    Cambio de época y globalización
2.    Revisión histórica de la “revolución sexual”
3.    La ideología de género
II.    Nuestro tesoro
Objetivo: Ver las cosas desde el Plan de Dios
Se presentan, en contraste, los valores que pretende suplantar la ideología de género: la dignidad e identidad de la persona humana, el matrimonio natural como encuentro de amor entre mujer y varón, y la familia como patrimonio de la humanidad.
4.    La dignidad e identidad de la persona humana
5.    El matrimonio natural
6.    La familia, patrimonio de la humanidad
III.    No tengan miedo
Objetivo: Suscitar líderes para la vida pública con decisión de lucha
Se presenta la misión de los laicos en la proclamación y defensa de la dignidad humana, de la cultura de la vida, del matrimonio y de la familia; su participación cívica y política para que la vida y los derechos de la familia sean reconocidos y respetados; la necesidad de líderes comprometidos y activos.
7.    ¡Que nadie se quede con los brazos cruzados!
8.    El indispensable compromiso de los laicos en la vida pública
9.    Ser líder es servir con entusiasmo y audacia.

Fuente: http://frentenacional.mx/

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Charla 1: Cambio de época y globalización https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-1-cambio-de-epoca-y-globalizacion/ Sun, 08 Jul 2018 02:50:15 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59377 Objetivos específicos:

1.    Reconocer que vivimos un cambio de época, caracterizado por la globalización y que afecta profundamente nuestras vidas.
2.    Discutir como la nueva época de la humanidad se está gestando con una serie de peculiaridades que debilitan los valores que definen la vida personal, familiar y social.
Desarrollo de contenidos

 1.    Vivimos un cambio de época

Vivimos hoy una nueva era de la humanidad marcada por grandes cambios que afectan profundamente nuestras vidas.
En unas cuantas décadas existen muchos cambios en el comportamiento de la sociedad: el crecimiento de la población mundial, el cambio en la pirámide poblacional en los países desarrollados, migraciones, concentración de la población en ciudades, un creciente empoderamiento del individuo y de las minorías, del papel de la mujer en la sociedad, surgen nuevas formas de violencia, entre otros.
Esta realidad trae consecuencias para todos los ámbitos de la vida social e impacta la cultura, la economía, la política, las ciencias, la educación, el deporte, las artes, la religión, etc.
“Vivimos un cambio de época, cuyo nivel más profundo es el cultural” (Aparecida, 44). Todo entra en crisis, particularmente las Instituciones.
El cambio de época actual tiene un impacto a nivel global en todos los ámbitos: económico, político, social, religioso, cultural, educativo, y “modifica valores y comportamientos en todo el planeta, impactando en las tradiciones y en la identidad de los pueblos” (Educar para una nueva Sociedad, pág. 17).
“Una tan rápida mutación, realizada con frecuencia bajo el signo del desorden, y la misma conciencia agudizada de las contradicciones existentes hoy en el mundo, engendran o aumentan contradicciones y desequilibrios” (Gaudium et Spes, 8).
La familia, como todas las comunidades y vínculos sociales atraviesa una crisis cultural profunda.

2.    Globalización

En muy poco tiempo el mundo se ha convertido en una “aldea global”, se ha “globalizado”.
Los cambios, a diferencia de los ocurridos en otras épocas, tienen un alcance global que, con diferencias y matices, afectan al mundo entero. Los acontecimientos se aceleren y los cambios mismos se vuelvan vertiginosos, puesto que se comunican con gran velocidad a todos los rincones del planeta.
Las nuevas tecnologías y la informática hacen que todo tipo de comunicación sea instantánea.
Globalización económica
“La cara más extendida y exitosa de la globalización es su dimensión económica, que se sobrepone y condiciona las otras dimensiones de la vida humana” (Aparecida, 61).
Ha habido grandes cambios en la generación y distribución de la riqueza en el mundo.
Existe una integración y homologación planetaria de los sistemas financieros, comerciales y productivos. La globalización y el comercio siguen creciendo. Hay concentración del poder financiero.
Es una economía de exclusión, que considera al ser humano como objeto de consumo. Esta exclusión afecta la raíz de la sociedad, poniendo al dinero como único fin, generando una crisis antropológica en la que se niega la primacía del ser humano, se rechaza la ética y a Dios, y se genera violencia.
“Vivimos la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano” (SS Francisco a Embajadores en el Vaticano, mayo 2013).
Para el mundo no es noticia cuando un pobre muere de frío y de hambre, pero se arma el gran escándalo mundial cuando las bolsas de las principales capitales caen dos o tres puntos.
Hoy en el mundo existe una gran injusticia social, que ocasiona que millones de seres humanos vivan una espantosa miseria, mientras unos cuantos gozan y dilapidan todo lo que quieren.
Durante los próximos años habrá un cambio en los roles económicos en el mundo, pasando del norte al sur y de occidente a oriente. Los cambios económicos generarán nuevas presiones entre los países, que pudiera propiciar conflictos militares en diversos puntos del globo.
“En muchos países, la globalización ha significado un acelerado deterioro de las raíces culturales con la invasión de tendencias pertenecientes a otras culturas, económicamente desarrolladas, pero éticamente debilitadas” (Evangelii Gaudium, 62)

3.    Amplio desarrollo de la ciencia y la tecnología

“La ciencia moderna y la técnica que se deriva de ella se han convertido en un verdadero poder y constituyen el objeto de políticas o de estrategias socioeconómicas, que no son neutrales para el futuro del hombre” (Discurso del Papa San Juan Pablo II a los participantes en el Simposio Internacional celebrado con ocasión del 350 aniversario de la publicación de los “Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo” de Galileo Galilei (Roma, 9 de mayo de 1983).
Los mayores avances se han dado en el ámbito de tecnologías de información, ciencias biológicas, energía y procesos de manufactura.
La tecnología cada vez está al alcance de un mayor número de personas y sociedades. La información y el conocimiento son transmitidos masivamente por los medios de comunicación y las redes sociales.
A través del aumento de las tecnologías de información y comunicación se producen mayores posibilidades de encuentro y solidaridad entre todos.
Ha surgido una generación de nativos digitales. Surgen nuevos sistemas educativos.

4.    Impacto al medio ambiente

Se tiene una mayor conciencia del impacto ambiental, de la urgencia de proteger nuestra casa común, que incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral.
“Si la crisis ecológica es una eclosión o una manifestación externa de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad, no podemos pretender sanar nuestra relación con la naturaleza y el ambiente sin sanar todas las relaciones básicas del ser humano” (Laudato Si, 119).

5.    Visión del ser humano

Por un lado, un gran desarrollo científico, tecnológico  y de conocimiento del hombre, pero por otro, se ha llegado a una falsa conclusión antropológica que es causa de enormes errores culturales.
“Se desvanece la concepción integral del ser humano, su relación con el mundo y con Dios” (Aparecida 43).
La nueva época de la humanidad se está gestando con una serie de peculiaridades que debilitan o menoscaban los valores que definen la vida personal, familiar y social.
“La cultura actual tiende a proponer estilos de ser y de vivir contrarios a la naturaleza y dignidad del ser humano. El impacto dominante de los ídolos del poder, la riqueza y el placer efímero se han transformado, por encima del valor de la persona, en la norma máxima de funcionamiento y el criterio decisivo en la organización social” (Aparecida, 387).

El individualismo

El individualismo está acabando con la visión de una comunidad solidaria y justa.
“El individualismo, oscurece la dimensión relacional del hombre y lo conduce a encerrarse en su pequeño mundo propio, a satisfacer ante todo sus propias necesidades y deseos, preocupándose poco de los demás” (S.S. Benedicto XVI, 12 de enero de 2012).
“Esta cultura se caracteriza por la autorreferencia del individuo, que conduce a la indiferencia por el otro, a quien no necesita ni del que tampoco se siente responsable. Se prefiere vivir día a día, sin programas a largo plazo ni apegos personales, familiares y comunitarios. Las relaciones humanas se consideran objetos de consumo, llevando a relaciones afectivas sin compromiso responsable y definitivo” (Aparecida, 46).
El mundo sufre una falta de fraternidad, fruto del egoísmo, la indiferencia y el desinterés del hombre.
“El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada” (Evangelii Gaudium, 2).

El relativismo

“El relativismo no reconoce nada como absoluto y deja únicamente al ‘yo’ y sus caprichos como última medida” (Cardenal Ratzinger, 18 abril 2005).
“El relativismo abandona la posibilidad del diálogo para alcanzar una verdad común sobre la que construir la convivencia humana, el desarrollo como personas y como sociedad, e introduce una dictadura, la del propio yo y sus apetencias” (Cardenal Ratzinger, 18 abril 2005).
El producto directo del relativismo: el dominio de los poderosos, la cultura del descarte y la indiferencia, la burocratización de la fe.
Podemos decir que en la actualidad hay dos concepciones de la Moral que discuten su supremacía: la jusnaturalista, que acepta la existencia de la Ley Natural y la relativista, que ni admite a Dios, ni la Ley Natural, ni la Verdad objetiva. (Pedro Trevijano Etcheverria, “El Relativismo y la doctrina de los Papas” en Infocatólica).

El consumismo y la cultura del descarte

Vivimos en un círculo vicioso: Trabajo y trabajo para consumir. El consumo es el motor de la sociedad. Si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, la sociedad se estanca. Que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Tenemos que sostener la cultura del “úselo y tírelo”. Y si lo tiro, necesito trabajar para tener otro.
Grandes sectores de la humanidad han ido evolucionando hacia la adquisición de hábitos y conductas caracterizadas por un nivel de consumo cada vez más insensato e irresponsable.
La “cultura del descarte” se haya impuesto en forma arrolladora. El consumo es el motor de la sociedad.
El alcance del concepto de lo “desechable”, se ha ido ampliando de modo que se aplica cada vez más, a contrapelo de la más elemental humanidad, a las personas.
Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Los excluidos no son “explotados” u “oprimidos” sino desechos, “sobrantes”, están fuera de la sociedad (cfr. Evangelii Gaudium, 53).

La sociedad se ha descristianizado

La sociedad se ha descristianizado y ha querido caminar como si Dios no existiera.
El ateísmo práctico es un fenómeno social de nuestro tiempo.
La indiferencia religiosa priva a la persona de sus razones de ser y de vida, y lo dejan sin guía y sin esperanza.
“La secularización, que tiende a reducir la fe y la Iglesia al ámbito de lo privado y de lo íntimo y niega toda trascendencia, ha producido una creciente deformación ética, que se ha reflejado en un debilitamiento del sentido del pecado personal y social, un aumento del relativismo y una creciente desorientación de la sociedad” (Evangelii Gaudium, 64).
Se piensa que todas las religiones son iguales y por lo tanto no hay un compromiso con ninguna, mucho menos con la Iglesia Católica.
Para la sociedad actual, Dios se encuentra lejos de la humanidad, o no existe.

La cultura de la muerte

La cultura de la muerte es una mentalidad, una manera de ver al ser humano y al mundo, que fomenta la destrucción de la vida humana más débil e inocente por parte de los más fuertes y poderosos, de los que tienen voz y voto.
La expresión “cultura de la muerte” fue acuñada por S.S. Juan Pablo II en su Encíclica Evangelium Vitae: “Aunque la ‘cultura’ de la muerte se ha extendido por toda la historia de la humanidad, ha sido en los últimos siglos que esta ‘cultura’ de la muerte ha asumido unas características sin precedentes.
Con las nuevas perspectivas abiertas por el progreso científico y tecnológico surgen nuevas formas de agresión contra la dignidad del ser humano, a la vez que se va delineando y consolidando una nueva situación cultural, que confiere a los atentados contra la vida un aspecto inédito y, podría decirse, aún más inicuo ocasionando ulteriores y graves preocupaciones: amplios sectores de la opinión pública justifican algunos atentados contra la vida en nombre de los derechos de la libertad individual, y sobre este presupuesto pretenden no sólo la impunidad, sino incluso la autorización por parte del Estado, con el fin de practicarlos con absoluta libertad y además con la intervención gratuita de las estructuras sanitarias” (Evangelium Vitae, 4).
La “cultura de la muerte” no es verdadera cultura, sino anticultura, pues sólo hay verdadera cultura allí donde hay humanización, respeto a todos los hombres y a cada hombre, promoción integral de los bienes inherentes a cada existencia humana, comenzando, precisamente, por ese bien que posibilita la convivencia de la sociedad: el de la vida de cada uno de nosotros.
La ideología de género, según la cual cada uno puede escoger su orientación sexual, sin tomar en cuenta las diferencias dadas por la naturaleza humana. Esto ha provocado modificaciones legales que hieren gravemente la dignidad del matrimonio, el respeto al derecho a la vida y la identidad de la familia.
“Es un conjunto de ideas que plantean la separación entre el sexo –condición orgánica, masculina o femenina- y el género –grupo sociocultural al que pertenece cada ser humano por su sexo” (La dictadura de la ideología de género en México, FNF, 2016).

6.    ¿Cómo explicar lo que está sucediendo?

“¿Cómo explicar lo que está sucediendo? ¿Quién es el responsable? El responsable es el hombre; son los hombres, las ideologías, los sistemas filosóficos” (Cruzando el Umbral de la Esperanza, Juan Pablo II).
El Siglo XX fue especial escenario para la aparición de filosofías y expresiones ideológicas que debilitaron los valores que durante siglos forjó la Civilización Occidental: el liberalismo, los autoritarismos, los estatismos, las guerras, etc.
El problema de esos regímenes ideológicos fueron sus ideas equivocadas, parciales, que absolutizan un solo aspecto de la persona.
Este escenario complejo de un mundo en transformación, de instituciones en crisis, y que vive las peculiaridades que hemos descrito, ha sido el caldo de cultivo propicio para que se esté desarrollando la “revolución sexual”
Bibliografía:
•    Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual. S.S. Francisco. 24 de noviembre de 2013.
https://www.aciprensa.com/Docum/evangeliigaudium.pdf
•    Encíclica Evangelium Vitae, sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida humana. S.S. Juan Pablo II. 25 de marzo de 1995.
http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_25031995_evangelium-vitae.html
•    Conferencia del Episcopado Mexicano. Documento conclusivo de Aparecida. Ed. CEM, 2007.
https://parroquiaicm.files.wordpress.com/2008/12/documento_conclusivo_aparecida.pdf
•    El relativismo según Benedicto XVI. Miriam Díez Bosch, 6 mayo 2014
http://es.aleteia.org/2014/05/06/el-relativismo-segun-benedicto-xvi/
•    La cultura del descarte. Gustavo Andújar. Espacio Laical 3, 2014.
http://www.espaciolaical.org/contens/39/1315.pdf

Fuente: http://frentenacional.mx/

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Charla 2: Revisión histórica de la revolución sexual https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-2-revision-historica-de-la-revolucion-sexual/ Sun, 08 Jul 2018 02:45:39 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59379

Objetivos específicos:

1.    Explicar cómo la aparición de la ideología de género no ha sido espontánea, es resultado de la eficacia transformadora de la teoría y la prepotencia de las nuevas “ingenierías sociales”, además de la vulnerabilidad y fragilidad del comportamiento de las personas.
2.    Describir las consecuencias de la “revolución sexual”.

Desarrollo de contenidos:

La aparición de la ideología de género no ha sido espontánea, es resultado de la eficacia transformadora de la teoría y la prepotencia de las nuevas “ingenierías sociales”, además de la vulnerabilidad y fragilidad del comportamiento de las persona.

1.    Las tres revoluciones sexuales

a.    La revolución sexual de los años sesenta.

Lo característico de ella es la disociación entre sexualidad y reproducción. La introducción -e inmediata generalización- del uso de contraceptivos constituye uno de los hitos más relevantes del siglo XX. Por primera vez en la historia de la humanidad se confirió, mediante la técnica, un nuevo poder a las personas: el de controlar y reprimir su capacidad generativa, disociándola de su actividad sexual. Nada de particular tiene que, a partir de entonces, se agigantara la dimensión hedónica del comportamiento sexual humano.

b.    La revolución sexual de los años setenta

Lo que define a esta etapa revolucionaria es prolongación y consecuencia de la anterior, y consiste en la disociación entre afectividad y sexualidad. En la conducta sexual de la persona, la magnificación de la dimensión placentera posibilitó la renuncia o represión de la dimensión afectiva de que aquélla está transida y, por tanto, el desencuentro entre sexualidad y afectividad. Si del sexo puede tomarse sólo el placer, sin consecuencia alguna, ¿por qué habría de seguir ensamblado y comprometido con la afectividad, con el respeto a la otra persona y a su dignidad?

c.    La revolución sexual de los años noventa

Lo que define a esta etapa revolucionaria es consecuencia de las dos anteriores, y consiste, principal aunque no únicamente, en la disociación entre género y sexualidad. Si el uso que de la sexualidad se hace está subordinado a sólo la obtención de placer, ¿por qué no ensayar y probar otras formas innovadoras o alternativas de obtenerlo, tanto en lo que se refiere al género de la persona como a otros objetos y procedimientos de conseguirlo?

2.    El Informe Kissinger y las Conferencias Internacionales de la ONU

El Informe Kissinger (1974) tiene como finalidad conseguir el dominio global por la imposición de un pensamiento único, una colonización ideológica.
El Informe Kissinger establece tres objetivos estratégicos:
a. Disfrazar las políticas de control natal bajo la capa de los derechos humanos.
b. Cambiar los patrones culturales de los pueblos, entre los que se incluyen las creencias religiosas.
c. Que los encargados de implantar esas políticas sean los mismos políticos nacidos en esos países, previamente reeducados.
Este informe es el inspirador de las Conferencias Internacionales de los años 90 y de los proyectos de “reingeniería social” que a partir de ahí se ponen en marcha, en el intento de construir una nueva sociedad sobre bases totalmente distintas a las que conocemos, tratando de contrarrestar y anular, lenta y discretamente, toda visión trascendente del hombre, para sustituirla por un nuevo sistema de valores.
En las llamadas grandes conferencias internacionales de los 90, organizadas por la ONU, cuaja un proyecto totalitario que intenta dar una respuesta única y universal a todas las cuestiones que se puedan plantear los seres humanos en cualquier situación en que se encuentren y cualquiera sea el lugar donde estén.
•    La Cumbre de la Tierra, Río de Janeiro, 1992
•    Conferencia de Derechos Humanos, Viene, 1993
•    Conferencia de Población y Desarrollo, El Cairo, 1994
•    Conferencia sobre la Mujer, Beijing, 1995, etc.
•    Y sus revisiones quinquenales, por ejemplo El Cairo+5, El Cairo +10, Beijing+5, Beijing+10, etc.
La IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, realizada en setiembre de 1995 en Pekín, fue el escenario elegido por los promotores de la “perspectiva de género” para lanzar una fuerte campaña de persuasión y difusión. Es por ello que desde dicha cumbre la “perspectiva de género” ha venido filtrándose en diferentes ámbitos no sólo de los países industrializados, sino además de los países en vías de desarrollo.

3.    La “Ventana de Overton” y la “ingeniería social”

La “Ventana de Overton” es una técnica de in:  geniería social que permite cambiar la actitud popular hacia conceptos considerados totalmente inaceptables y que consiste en una secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir el resultado deseado:
Primera etapa: de lo impensable a lo radical.
Segunda etapa: de lo radical a lo aceptable.
Tercera etapa: de lo aceptable a lo sensato.
Cuarta etapa: de lo sensato a lo popular.
Quinta etapa: de lo popular a lo político.
Esta es una técnica típica del liberalismo que funciona debido a la tolerancia como pretexto para la proscripción de los tabúes. Durante la última etapa del ‘movimiento de las ventanas’ de Overton de lo popular a lo político, la sociedad ya ha sufrido una ruptura, pues las normas de la existencia humana se han alterado o han sido destruidas con la adopción de las nuevas leyes.

4.    Consecuencias de la “revolución sexual”.

Son muchos los efectos que se han derivado de los comportamientos sexuales hechos moda por las anteriores revoluciones. Aquí habría que mencionar un amplio inventario como la banalización y deshumanización de la sexualidad personal; la fractura de la masculinidad y feminidad; los cambios de ciertos roles en la mujer y la aparición del temor en los hombres respecto de las mujeres; la independencia de un emotivismo utilitario sin sexualidad, al mismo tiempo que sin vinculación alguna al propio sexo; el aumento del aborto y el divorcio; la inseguridad y desconfianza respecto de la fidelidad del otro; la desafección por la maternidad, la paternidad, el matrimonio y la familia; el rechazo de la propia filiación y el misterio del origen de sí mismo; la exclusión de cualquier responsabilidad respecto de los propios hijos; la normalización artificial y forzada de ciertos comportamientos sexuales, hasta ahora inusuales.
La mayoría de estas consecuencias derivan de la desafección trascendente de los nuevos comportamientos sexuales. La banalización y trivialización de la sexualidad está contribuyendo, inevitablemente, a su deshumanización.
En el ámbito de la actual cultura, no obstante, parece que han prendido las atribuciones que se han puesto en circulación y, con el rodar de los usos, costumbres y modas, están condicionando -también a través de la educación- un nuevo moldeamiento del comportamiento humano.
Con la imitación y generalización de los nuevos comportamientos sexuales propuestos por la «ideología de género», es probable que las teóricas atribuciones sobre el «género» devengan en estereotipias y sesgos culturales, que acaben cristalizando en forma de explícitas conductas sexuales. De esta forma, las erróneas atribuciones se encarnan y hacen vida; y la «construcción» de los nuevos ingenieros sociales acaban por encarnarse y hacerse vida humana. Lo que no era (la teoría de «género») hace que haya (abolición de género) lo que no había (conducta sexual indiferenciada).
Otra consecuencia relevante es la “cultura de la muerte”. El aborto, la anticoncepción, la esterilización, la eutanasia, la eugenesia, la reproducción sin sexualidad y manipulación de embriones son ejemplos tristes de esa “cultura”. Ya no se trata principalmente de una matanza de seres inocentes por medio de guerras y atropellos bélicos, sino de una silenciosa y sutil, pero más aún nefasta destrucción de la vida humana, que cuenta incluso con la aprobación de un gran sector de la sociedad, con el amparo de la ley y que es perpetrada precisamente por algunos de aquellos que se supone sean los primeros defensores de la vida: los médicos y otros profesionales de la salud.
Grave resultado de esa “cultura de la muerte” es el incremento de los abortos en todo el mundo.
El aborto “es un delito abominable y constituye siempre un desorden moral particularmente grave; lejos de ser un derecho, es más bien un triste fenómeno que contribuye gravemente a la difusión de una mentalidad contra la vida, amenazando peligrosamente la convivencia social justa y democrática” (CDSI, 233).
“Las cifras reales del aborto en el mundo son imposibles de confirmar. Sabemos que los organismos internacionales estiman que cada año cincuenta millones de niños no llegan a ver la luz por causa del aborto; de ellos, la mitad perecen bajo el amparo de las leyes abortivas. El aborto en el mundo causa hoy, en un año, casi tantas víctimas como la II Guerra Mundial.
Los datos también indican que unas veinte mil mujeres pueden fallecer en el mundo por las consecuencias negativas que para la salud de la madre se derivan del aborto” (La realidad del Aborto: La frialdad de los datos. Aciprensa).
En la Ciudad de México a 10 años de haberse legalizado el aborto (abril de 2007), se han practicado en las clínicas oficiales unos 181 mil abortos.

Bibliografía:

Identidad y diferencia: La construcción social de “género”. Aquilino Polaino Llorente
http://g/www.esposiblelaesperanza.com/index.php%3Foption%3Dcom_content%26view%3Darticle%26catid%3D33:3-deconstruccion-del-varon-y-de-la-mujer-%26id%3D1615:identidad-y-diferencia-la-construccion-social-de-qgeneroq-aquilino-polaino%26Itemid%3D19
•    El desarrollo sustentable. La nueva ética internacional. Juan Claudio Sanahuja. Editorial Vórtice, Buenos Aires 2003.
https://isfdnsfatima.files.wordpress.com/2012/03/el-desarrollo-sustentable.pdf

•    ¿Cómo legalizar cualquier fenómeno, desde la eutanasia hasta el canibalismo? Juanjo Romero
https://actualidad.rt.com/sociedad/view/125437-legalizar-overton-eutanasia-incesto

Fuente: http://frentenacional.mx/

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Charla 3: la ideología de género https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-3-la-ideologia-de-genero/ Sun, 08 Jul 2018 02:40:47 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59387

Objetivos específicos:

1.    Describir qué es la “ideología de género”.
2.    Explicar la dictadura de la ideología de género y analizar sus consecuencias
3.    Relatar la situación en su localidad: Campañas de gobierno, Legislación, Expresiones de sus activistas, etc.

Desarrollo de contenidos

Las conductas sexuales emergentes responden a una nueva construcción social, en función de la ideología de género. Esto pone de manifiesto que la teoría de género se ha instalado como una innovadora representación de la sexualidad en el imaginario colectivo, con independencia de que ella se ajuste o no a lo que es peculiar de la condición humana (Aquino Polaino Lorente, 1992).

1.    La ideología de género

Mientras muchos podrían seguir considerando el término “género” como simplemente una forma cortés de decir ‘sexo” para evitar el sentido secundario que “sexo” tiene en inglés, y que por tanto “género” se refiere a seres humanos masculinos y femeninos, existen otros que desde hace ya varios años han decidido difundir toda una “nueva perspectiva” del término. Esta perspectiva, para sorpresa de muchos, se refiere al término género como “roles socialmente construidos”.
“El sentido del término ‘género’ ha evolucionado, diferenciándose de la palabra ‘sexo’ para expresar la realidad de que la situación y los roles de la mujer y del hombre son construcciones sociales sujetas a cambio”.
Mientras que el término sexo hace referencia a la naturaleza e implica dos posibilidades (varón y mujer), el término “género” proviene del campo de la lingüística donde se aprecian tres variaciones: masculino, femenino y neutro. Las diferencias entre el varón y la mujer no corresponderían, pues, –fuera de las obvias diferencias morfológicas–, a una naturaleza “dada”, sino que serían meras construcciones culturales “hechas” según los roles y estereotipos que en cada sociedad se asignan a los sexos (“roles socialmente construidos”).
“¡No naces mujer, te hacen mujer!,” “¡No se nace varón, te hacen varón!”. Cada uno se construye a sí mismo con independencia de su naturaleza sexuada. Queda a la libertad de cada quien el tipo de “género” al que quieren pertenecer, todos igualmente válidos.
Algunos apoyan la existencia de cuatro, cinco o seis géneros según diversas consideraciones: heterosexual masculino, heterosexual femenino, homosexual, lesbiana, bisexual e indiferenciado. De manera que, la masculinidad y la feminidad no se consideran, en modo alguno, como los únicos derivados naturales de la dicotomía sexual biológica.
Hay quien habla de 30 géneros, otros de 50 géneros o más.

2.    “Feminismo de género”

El “feminismo de género” es el de ideología radical surgido hacia fines de los 60’s, y se distingue del anterior movimiento feminista de equidad. La “nueva perspectiva” tiene como objeto impulsar la agenda homosexual / lesbiana / bisexual / transexual, y no los intereses de las mujeres comunes y corrientes.
Es así que para las “feministas de género”, éste implica “clase”, y la clase presupone desigualdad. Hay que luchar por de-construir el género.
 Se trata de una interpretación neo-marxista de la historia. Comienza con la afirmación de Marx, de que toda la historia es una lucha de clases, de opresor contra oprimido, en una batalla que se resolverá sólo cuando los oprimidos se percaten de su situación, se alcen en revolución e impongan una dictadura de los oprimidos. La sociedad será totalmente reconstruida y emergerá la sociedad sin clases, libre de conflictos, que asegurará la paz y prosperidad utópicas para todos.
En ese sentido, la feminista Shulamith Firestone afirma la necesidad de destruir la diferencia de clases, más aún la diferencia de sexos: “…asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de la reproducción; se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana, incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones sociales de nacimiento y cuidado de niños. Y así como la meta final de la revolución socialista era no sólo acabar con el privilegio de la clase económica, sino con la distinción misma entre clases económicas, la meta definitiva de la revolución feminista debe ser igualmente – a diferencia del primer movimiento feminista – no simplemente acabar con el privilegio masculino sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente”.
Para las “feministas de género”, los marxistas fracasaron por concentrarse en soluciones económicas sin atacar directamente a la familia, que era la verdadera causa de las clases.

3.    La “de–construcción” de la sociedad

La meta consiste en “re–construir” un mundo nuevo y arbitrario que incluye, junto al masculino y al femenino, también otros géneros en el modo de configurar la vida humana y las relaciones interpersonales.
La misma idea de “hombre” y “mujer” debe ser eliminada y difuminada.
Para llegar a una aceptación universal de estas ideas, los promotores del feminismo radical de género intentan conseguir un gradual cambio cultural, la llamada “de–construcción” de la sociedad, empezando con la familia y la educación de los hijos.
Una consecuencia grave de esta ideología, es que pretende la abolición de las instituciones que presentan un peligro para su difusión: la familia, la escuela y la Iglesia.
Reclaman apoyo económico oficial y el control feminista de la producción ideológica y cultural.

4.    La dictadura de la ideología de género

•    Los ciudadanos no saben con precisión en qué consiste la ideología de género, piensan que es un modo de evitar la discriminación de la mujer, y se está imponiendo desde diversos gobiernos sin un debate riguroso, escondiendo información.
•    Los proponentes de esta ideología usan sistemáticamente un lenguaje equívoco para poder infiltrarse más fácilmente en el ambiente, mientras habitúan a las personas a pensar como ellos.
•    La ideología de género pretende configurar un nuevo modelo de sociedad a través de las reformas legislativas y de los medios de comunicación. Ambos, leyes y medios, desempeñan un papel pedagógico clave en una sociedad que carece de formación y juicio crítico.
•    La ideología de género, una nueva tiranía política que nos dañará.
•    Ahora es una ideología política, que actúa como ideología oficial de varios países e incluye multas e inhabilitación a quien la critique.
•    Quien critique el concepto “identidad de género”, quien diga que el comportamiento homosexual o transexual es moralmente malo y médicamente problemático, ha de ser sancionado y castigado. Será falsamente acusado de “odiar a las personas LGBTIQ
•    Actitud avasalladora. La intolerancia de los tolerantes. Lenguaje hegemónico. “Homofóbicos”.
•    El lobby LGTB no soporta que aparezcan homosexuales que propongan la vía de la castidad o la amistad fraterna, por ejemplo. Y mucho menos que haya terapeutas que ayuden a alguien a cambiar sus sentimientos homosexuales.
•    Homosexualistas: activistas. Audaces. Violentos. Lobby legislativo.
•    Ha ganado la batalla política, muchas leyes la reconocen, la favorecen y la promueven.
•    “La ideología de género es un tsunami impuesto en un tiempo récord” (Benigno Blanco).
•    Diversos organismos internacionales, públicos y privados, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y múltiples fundaciones, impulsan la ideología de género y presionan a los gobiernos para que modifiquen sus políticas públicas a cambio de acceso a recursos internacionales.

5.    Situación en su localidad (investigar)

•    Legislación. Leyes a favor del “matrimonio igualitario”, a favor del aborto, “ideología de género” en las escuelas, etc.
•    Campañas de gobierno sobre “igualdad de género”, “matrimonio igualitario”, “derechos humanos homosexuales”, contra la “homofobia”, etc.
•    Expresiones de los homosexualistas como caravanas, agresiones a los “homofóbicos”, etc.

6.    Nos encontramos ante la más insidiosa y destructora revolución social.

•    “Desde hace ya décadas nos encontramos ante una nueva y gran revolución cultural, una de las más insidiosas y destructoras que puedan pensarse para la que no existe naturaleza, no existe verdad del hombre” (Cardenal Antonio Cañizares, en la presentación del libro “Ideología de Género, Reflexiones críticas”).
•    “La ideología de género es la última rebelión de la creatura contra su condición de creatura… el hombre moderno pretende librarse incluso de las exigencias de su propio cuerpo: se considera un ser autónomo que se construye a sí mismo; una pura voluntad que se autocrea y se convierte en un dios para sí mismo”.”(Cardenal Joseph Ratzinger).
•    Han ganado la batalla política y ahora están empeñados en ganar la batalla de la educación.
Es un ataque a la naturaleza humana, a la libertad y que pone en peligro la felicidad de muchas personas, especialmente niños

Bibliografía:

•    Qué quiere decir «Género». Jutta Burggraf
http://arvo.net/jutta-burggraf/que-quiere-decir-genero/gmx-niv865-con16762.htm
•    La agenda de género. Redefiniendo la igualdad. Dale O´Leary
http://vivoz.org/resources/biblioteca/laagendadegenero.pdf
•    La Ideología de género. Sus Peligros y Alcances. Comisión de Familia de la Conferencia Episcopal Peruana, 1998.
https://xlavida.files.wordpress.com/2006/09/ideologia-de-genero.pdf
•    Artículo: Presentación del libro “La ideología de género. Reflexiones críticas”
https://es.zenit.org/articles/ideologia-de-genero-la-mas-insidiosa-y-destructora-revolucion-social/
•    La dictadura de la ideología de género en México. Frente Nacional por la Familia

Fuente: http://frentenacional.mx/

]]> 59387 Charla 4: la dignidad e identidad de la persona humana https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-4-la-dignidad-e-identidad-de-la-persona-humana/ Sun, 08 Jul 2018 02:38:17 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59381 Objetivos específicos:

1.    Describir los conceptos de dignidad humana, identidad de la persona, complementariedad entre hombre y mujer, y derechos humanos.
2.    Contrastar/analizar estos conceptos contra las propuestas de la ideología de género

Desarrollo de Contenidos:

La sociedad actual necesita redescubrir su verdad más fundamental para poder superar la crisis que estamos viviendo desde hace tiempo: la dignidad humana, el aprecio absoluto por los derechos humanos de cada persona, que es única e irrepetible y merece todo el respeto. Sin esta base, unos instrumentalizarán a otros para sus propios fines, y los seres humanos serán usados en lugar de respetados.

1.    La dignidad de la persona humana

La dignidad, o ‘cualidad de digno, excelencia, grandeza’, hace referencia al valor inherente al ser humano por el simple hecho de serlo, en cuanto ser racional, dotado de libertad.
No se trata de una cualidad otorgada por nadie, sino consustancial al ser humano. No depende de ningún tipo de condicionamiento ni de diferencias étnicas, de sexo, de condición social, dinero, salud, belleza física, simpatía, situaciones de poder, o cualquier otro tipo.
La idea de dignidad personal tiene su origen en el cristianismo. El hombre, al considerarse ‘creado a imagen y semejanza de Dios’, se considera un sujeto libre y por lo tanto responsable de sus actos. Los conceptos de libertad y responsabilidad aparecen indisolublemente unidos al de dignidad.
Después, el humanismo llegó a explicar el concepto de dignidad filosóficamente con argumentos racionales. Fundamentó la idea de dignidad en la ley natural. De esta manera, una idea que había tenido un origen religioso pasa a ocupar un lugar central en el pensamiento universal.
El reconocimiento jurídico de la dignidad personal no se produjo hasta pasada la Segunda Guerra Mundial, con la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada en 1948.
Dicha Declaración invoca la “dignidad intrínseca (…) de todos los miembros de la familia humana”, y afirmar que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” (artículo 1°).
“Bendecimos a Dios por la dignidad de la persona humana, creada a su imagen y semejanza. Nos ha creado libres y nos ha hecho sujetos de derechos y deberes en medio de la creación. Le agradecemos por asociarnos al perfeccionamiento del mundo, dándonos inteligencia y capacidad para amar; por la dignidad, que recibimos también como tarea que debemos proteger, cultivar y promover” (Aparecida, 104).
“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas” (CIC, 357).
En la persona humana hay varias dimensiones (cfr. CDSI, 129-151): 
•    El hombre tiene dos características diversas: es un ser material, vinculado a este mundo mediante su cuerpo, y un ser espiritual, abierto a la trascendencia.
•    A la persona humana pertenece la apertura a la trascendencia: el hombre está abierto al infinito y a todos los seres creados. Es un ser trascendente capaz de amar.
•    El hombre existe como ser único e irrepetible, existe como un ‘yo’ capaz de autocomprenderse, autoposeerse y autodeterminarse.
•    La persona humana tiene libertad. La dignidad humana requiere que el hombre actúe según su conciencia y libre elección. El hombre puede dirigirse hacia el bien sólo en la libertad.
•    Todas las personas tenemos la misma dignidad, que es el fundamento último de la radical igualdad y fraternidad entre los hombres, independientemente de su raza, nación, sexo, origen, cultura y clase. Sólo el reconocimiento de la dignidad humana hace posible el crecimiento común y personal de todos.
•    La persona es constitutivamente un ser social. La vida comunitaria es una característica natural que distingue al hombre del resto de las criaturas terrenas.
La sociabilidad humana no es uniforme, sino que reviste múltiples expresiones; hay un sano pluralismo social.
“La persona humana ha sido creada por Dios, amada y salvada en Jesucristo, y se realiza entretejiendo múltiples relaciones de amor, de justicia y de solidaridad con las demás personas, mientras va desarrollando su multiforme actividad en el mundo” (CDSI, 35).
Una sociedad justa puede ser realizada solamente en el respeto de la dignidad trascendente de la persona humana. El desarrollo social debe subordinarse al bien de la persona.
Aunque la práctica de la homosexualidad es moralmente inaceptable, por la dignidad de personas que poseen, los homosexuales, lesbianas, etc., merecen nuestro respeto y debemos evitar todo signo de discriminación injusta a sus personas, lo que no significa que aceptemos sus comportamientos sexuales, ni sus pretensiones de legalizarlas bajo cualquier expresión como “matrimonio igualitario”, “gaymonio”, o cualquier otra figura basada en orientaciones sexuales, so pretexto de ser un “derecho humano”.
Las personas con esta situación necesitan comprensión y ayuda, no promoción.
Sin embargo, cuando sus comportamientos sexuales los convierten en activismo público e invaden nuestra intimidad y la de nuestras familias, hay que denunciarlos y demostrar nuestro desacuerdo.
“La ideología de género supone la negación de la persona humana y nos conduce a la descivilización gravísima de la cultura occidental” (Dr. Rafael Rubio de Urquía en la presentación del libro “Ideología de Género, Reflexiones críticas”).

2.    Identidad en la persona humana.

 Hay dos maneras de ser humano: hombre y mujer.
La identidad es “el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracteriza frente a los demás”; la “conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás”.
La identidad es lo propio de una persona, lo que lo hace un ser singular. Las diferencias entre uno y otro son las que hacen singular a la persona. Sin diferencias no habría identidad, sólo habría homogeneidad, uniformismo e igualitarismo entre las personas.
Hay dos modos de ser persona: ser hombre y ser mujer. Hombres y mujeres somos iguales pero no idénticos. Iguales en cuanto a la naturaleza humana y la dignidad. No idénticos por nuestras diferencias naturales.
La identidad de la mujer o el varón es en sí misma, completa, acabada, perfecta desde su inicio.
Como la persona entera es varón o mujer, “en la unidad de cuerpo y alma”, la masculinidad o feminidad se extiende a todos los ámbitos de su ser: desde el profundo significado de las diferencias físicas entre el varón y la mujer y su influencia en el amor corporal, hasta las diferencias psíquicas entre ambos y la forma diferente de manifestar su relación con Dios.
La persona humana es hombre o mujer y lleva inscrita esa condición en todo su ser. Tenemos diferencias naturales que no se pueden negar o eliminar: El programa genético, el sistema endócrino, los órganos genitales internos y externos, el cerebro y la figura corporal son sexuados.
La sexualidad no es una característica accidental, sino fundamental para la definición de lo que es un ser humano. Cada célula del cuerpo lleva el sello de su sexo: sólo existen dos sexos, XX femenino, XY masculino. No existe un gen gay. La homosexualidad no es innata, no es dictada genéticamente.
Hay que distinguir la ‘identidad sexual’ (varón o mujer) de la ‘orientación sexual’ (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad). Se entiende como orientación sexual comúnmente la preferencia sexual que se establece en la adolescencia coincidiendo con la época en que se completa el desarrollo cerebral. Tiene una base biológica y es configurada, además, por otros factores como la educación, la cultura y las experiencias propias.
Aunque los números varían según las diversas investigaciones, se puede decir que la inmensa mayoría de las personas humanas son heterosexuales.
Las distintas orientaciones sexuales son prácticas sexuales elegidas, esto no significa que sean adecuadas a la verdad del hombre y de la mujer.
“Atenta contra la razón defender que el sexo es una elección personal y que sólo se asigna administrativamente al nacer, para que luego cada uno elija” (Benigno Blanco).
La “revolución sexual” quiere introducir la idea de “identidad de género” que atenta contra la naturaleza misma de la persona, fragmenta la conducta sexual y actúa como un poderoso disolvente de la unidad e identidad humanas.
Pretenden ‘igualar’ lo que no es igual y ‘normalizar’ lo que no es normal, cuestionando incluso a la biología. La misma idea de “hombre” y “mujer” debe ser eliminada y difuminada. La consecuencia es la pérdida de la identidad de la persona, a la que se priva de su dimensión sexual constitutiva, pues con la propuesta del género se la vacía de sentido y usurpa.
La identidad que singulariza a las personas no puede “volatilizarse” ni “extinguirse”, como pretende la ideología de género. Como tampoco es renunciable por la persona que cada una es.
“El ‘género’ puede tratar de dislocar, variar, trasmutar o modificar la identidad de la persona. Pero jamás será capaz de cumplir su propósito.
Siempre quedará un resquicio por donde el vigor y la encarnadura, la robustez y pujanza de la residual identidad se abra paso y acabe por rebrotar” (Aquilino Polaino).

3.    Diferentes, pero complementarios

Las diferencias entre hombre y mujer lejos de ser una desventaja son una riqueza.
 Gracias a ellas somos complementarios en lo físico, en lo psicológico y lo espiritual. Esta diversidad en la igualdad es enriquecedora e indispensable para una armoniosa convivencia humana.
 Hay que aprovechar los diferentes talentos que ambos poseen en beneficio de todos.
“La mujer es el complemento del hombre, como el hombre lo es de la mujer; mujer y hombre se complementan mutuamente, no solo desde el punto de vista físico y psíquico, sino también ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo ‘masculino’ y lo ‘femenino’ se realiza plenamente lo ‘humano’. Es la ‘unidad de los dos’… y a esa ‘unidad de los dos’ Dios les confía no solamente la ópera de la procreación y la vida de la familia, sino la construcción misma de la historia” (CDSI, 147).
El género humano no puede explicarse ni ser comprendido fuera de la unión y complementariedad entre los dos sexos.
Hombres y mujeres pueden aprovechar sus diferencias para construir juntos la sociedad y la cultura actual. En los primeros años de vida del hijo, el padre y la madre tienen una aportación única y específica, por ser hombre y mujer. Su complementariedad da a los hijos un equilibrio y crecimiento armónico. En otros ámbitos, como el trabajo, las cualidades del hombre y la mujer se complementan para el logro exitoso de los objetivos.
La ideología de género niega la complementariedad entre hombre y mujer, y pone a la mujer en contra del hombre, bajo el argumento de que la mujer ha sufrido durante siglos discriminación por parte del hombre.
“Propone un modelo de mujer autosuficiente, que no depende de nadie, y de la cual tampoco depende nadie. Una mujer autónoma que se ocupa sólo de sí misma” (Dra. María Lacalle en la Presentación del libro “La ideología de género. Reflexiones críticas”).

4.    Los derechos humanos

Los derechos humanos “corresponden a las exigencias de la dignidad humana y comportan, en primer lugar, la satisfacción de las necesidades esenciales -materiales y espirituales- de la persona” (CDSI, 154).
“La raíz de los derechos del hombre se debe buscar en la dignidad que pertenece a todo ser humano… La fuente última de los derechos humanos no se encuentra en la mera voluntad de los seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador.
 Estos derechos son universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto. Universales, porque están presentes en todos los seres humanos, sin excepción alguna de tiempo, de lugar o de sujeto. Inviolables, en cuanto inherentes a la persona humana y su dignidad. Inalienables, porque ‘nadie puede privar legítimamente de estos derechos a uno sólo de sus semejantes, sea quien sea, porque sería ir contra su propia naturaleza” (CDSI, 153).
“La Declaración Universal de los Derechos del Hombre, proclamada por las Naciones Unidas en 1948, ha definido ‘una piedra miliar en el camino del progreso moral de la humanidad’” (CDSI, 153).
Elenco de derechos: el derecho a la vida, el derecho a vivir en una familia unida, a la libertad y al conocimiento de la verdad, el derecho al trabajo digno, el derecho a fundar libremente una familia, la libertad de los padres a acoger y educar a los hijos, el derecho a la libertad religiosa, etc.
“El primer derecho enunciado en este elenco es el derecho a la vida, desde su concepción hasta su conclusión natural, que condiciona el ejercicio de cualquier otro derecho y comporta, en particular, la ilicitud de toda forma de aborto provocado y de eutanasia” (CDSI, 155).
“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona” (art. 3 Declaración Universal de DH).
“La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida” (CIC, 2270).
“En el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política” (Evangelium Vitae, 2).
“Los derechos inalienables de la persona deben ser reconocidos y respetados por parte de la sociedad civil y de la autoridad política. Estos derechos del hombre no están subordinados ni a los individuos ni a los padres, y tampoco son una concesión de la sociedad o del Estado: pertenecen a la naturaleza humana y son inherentes a la persona en virtud del acto creador que la ha originado. Entre esos derechos fundamentales es preciso recordar a este propósito el derecho de todo ser humano a la vida y a la integridad física desde la concepción hasta la muerte” (CIC, 2273).
“Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la excelsa misión de conservar la vida, misión que deben cumplir de modo digno del hombre. Por consiguiente, se ha de proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes abominables” (Gaudium et Spes, 51).
“Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable.
 El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral.
La cooperación formal a un aborto constituye una falta grave. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana… Con esto la Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad” (CIC, 2271, 2272).
Parte prioritaria de la agenda de género es el reconocimiento de “nuevos derechos”.
 Dicen que los derechos humanos son ‘evolutivos’.
Pretenden una “ampliación de gradual y progresiva de derechos” tales como: “el derecho a la salud reproductiva”, “los derechos sexuales y reproductivos”, “la interrupción legal del embarazo”, “el derecho al matrimonio igualitario”, la adopción de menores, etc.
Sus lobbies son tan audaces, que han logrado que organismos internacionales como la ONU y la Organización Mundial de la Salud hayan adoptado “los derechos humanos en clave homosexual” incluso en Tratados Internacionales del sistema de derechos humanos. Igual ha ocurrido en legislaciones nacionales o estatales en varios países.
Desafiando cualquier regla, criterio moral, orden establecido, confrontan al sentido común e incluso a la propia naturaleza. Se trata de forzar la aceptación social u jurídica de sus propuestas, dando pie a innumerables abusos y a una verdadera subversión del orden social natural.
Estamos en medio de una batalla en la que uno de los frentes más importantes es el semántico. Estos pseudo-derechos no son otra cosa que eufemismos (expresiones más suaves o decorosas con que se sustituye otra considerada tabú, de mal gusto, grosera o demasiado franca)

Bibliografía:

•    Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Ed. Paulinas, 2006.
•    Identidad y diferencia: La construcción social de “género”. Aquilino Polaino Llorente
http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php%3Foption%3Dcom_content%26view%3Darticle%26catid%3D33:3-deconstruccion-del-varon-y-de-la-mujer-%26id%3D1615:identidad-y-diferencia-la-construccion-social-de-qgeneroq-aquilino-polaino%26Itemid%3D19
•    Carta Apostólica Mulieris Dignitatem, sobre la dignidad y la vocación de la mujer. Juan Pablo II, 1988.
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19880930_ratzinger-mulieris_sp.html
•    Artículo: Presentación del libro “La ideología de género. Reflexiones críticas”
https://es.zenit.org/articles/ideologia-de-genero-la-mas-insidiosa-y-destructora-revolucion-social/
•    Hombre y mujer: iguales sí, idénticos no. Artículo

Fuente: http://frentenacional.mx/

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59381
Charla 5: el matrimonio natural https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-5-el-matrimonio-natural/ Sun, 08 Jul 2018 02:30:36 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59385

Objetivos específicos:

1.    Describir qué es la sexualidad humana y las dimensiones que la componen
2.    Explicar el valor del matrimonio natural y las aportaciones complementarias del hombre y la mujer en él.

Desarrollo de Contenidos:

“Bendecimos a Dios por haber creado al ser humano varón y mujer, aunque hoy se quiera confundir esta verdad: “Creó Dios a los seres humanos a su imagen; a imagen de Dios los creó, varón y mujer los creó” (Gn 1,27).
 Pertenece a la naturaleza humana el que el varón y la mujer busquen el uno en el otro su reciprocidad y complementariedad” (Aparecida, 116).

1.    Sexualidad y amor conyugal*

La sexualidad es un elemento básico de la personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano.
Sexo es distinto que sexualidad. El sexo, la genitalidad, es sólo el aspecto físico-biológico de la sexualidad. La sexualidad es una dimensión de la persona que incluye tres aspectos esenciales de lo humano:
•    Lo biológico, ordenado a la procreación y preservación de la especie humana,
•    Lo psicológico, que es la “atracción erótica”, no simplemente “física”, que lleva a la persona a buscar una plenitud que se obtiene en y desde la complementariedad entre la masculinidad y la feminidad, y
•    Lo espiritual, que es el aspecto más profundo del ser humano y se va descubriendo en la medida que la persona va madurando como tal. Lo espiritual une a lo biológico y a lo psicológico, por lo que la persona es capaz de manifestarse a sí misma en la sexualidad, por el lenguaje propio de ésta.
Gracias a este aspecto espiritual de la sexualidad se va descubriendo también en el otro precisamente a la “persona” en su suprema dignidad, es decir, la persona dotada de un valor y belleza tales que la hacen merecedora de ser amada en sí misma y se descubre que merece el don de uno mismo, instituyéndose así una comunión entre personas que buscan el bien del otro.
La sexualidad tiene como fin intrínseco el amor; el amor como donación y acogida, como dar y recibir.
El acto sexual no es sólo la unión de unos órganos sexuales, ni la unión de dos deseos hormonales, entre el hombre y la mujer. En la relación sexual la persona (cuerpo, mente, espíritu) comparte no sólo su cuerpo, sino también su espíritu. Cuando la relación sexual se realiza verdaderamente por amor, en el contexto de un compromiso estable, el matrimonio, cumple los requisitos de la madurez amorosa: unión, permanencia, exclusividad (fidelidad) y apertura a la vida (fecundidad, procreación).
La educación de la sexualidad es un proceso constante que debe abarcar todas las etapas de la vida y debe ser especialmente atendida por los padres de familia y la formación escolar. Lamentablemente a veces los padres de familia no están preparados para proporcionar respuestas adecuadas.
“Por otra parte, la revolución biotecnológica en el campo de la procreación humana ha introducido la posibilidad de manipular el acto generativo, convirtiéndolo en independiente de la relación sexual entre hombre y mujer. De este modo, la vida humana, así como la paternidad y la maternidad, se han convertido en realidades componibles y descomponibles, sujetas principalmente a los deseos de los individuos o de las parejas. Una cosa es comprender la fragilidad humana o la complejidad de la vida, y otra cosa es aceptar ideologías que pretenden partir en dos los aspectos inseparables de la realidad. No caigamos en el pecado de pretender sustituir al Creador. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada” (Amoris Laetitia, 56).
La sociedad y los medios de comunicación, la mayor parte de las veces, proporcionan información despersonalizada, de diversión y en ocasiones pesimista en relación a la capacidad de los jóvenes para controlar sus impulsos y orientar su vida. Se reduce el sexo a algo común y corriente, vulgar y sin un sentido trascendente. Esa información está influida por un concepto de libertad distorsionado e individualista, en un ambiente carente de los valores básicos de la vida, del amor humano y de la familia. Se exalta el placer como una necesidad inaplazable…, pero eso sí, “hazlo seguro”.
Con esta conceptualización, cualquier modo de comportamiento sexual es producto de la elección de cada persona, libertad que todos los demás deben respetar. Toda acción sexual resulta justificable, por patológica que sea.
Toda la moral queda librada a la decisión del individuo y desaparece la diferencia entre lo permitido y lo prohibido en esta materia. Las consecuencias religiosas son también obvias.
“La ideología de género no tiene nada que ver con la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y sí tiene mucho que ver con el pansexualismo: es, decir, con la superstición fantasiosa que dice que cuanto más sexo haya, y más libre, cuando todos tengan sexo con todos y en cualquier momento y modalidad, el mundo irá bien, será feliz y habrá llegado el futuro luminoso” (Como responder a la ideología de género, pag. 2).
La banalización y trivialización de la sexualidad está contribuyendo, inevitablemente, a la deshumanización de las personas y de las sociedades.
La “revolución sexual”, pretende, y va avanzado, en la separación radical entre los comportamientos sexuales y cualquiera de las dimensiones específicas del ser humano.
Han avanzado en la disociación entre sexualidad y procreación, en la disociación entre afectividad y sexualidad, y en la disociación entre género y sexualidad.
Al correr de los años, ha aumentado el libertinaje sexual, las violaciones sexuales, el uso indiscriminado de anticonceptivos, la esterilización, los abortos, el cambio de sexo, la normalización de la pornografía infantil y hasta la pederastia.
Quieren imponer un falso estilo de vida en contra de la verdad de la sexualidad humana. Actuando a nivel nacional o provincial, dichos organismos buscan suscitar entre los niños y los jóvenes el temor con la “amenaza de la superpoblación”, para promover así la mentalidad contraceptiva, es decir, una mentalidad “anti-vida”; difunden falsos conceptos sobre la “salud reproductiva” y los “derechos sexuales y reproductivos” de los jóvenes. Promueven el aborto, la eutanasia, la esterilización y la contracepción. Además, algunas sostienen clínicas que, violando los derechos de los padres, ofrecen el aborto y la contracepción para los jóvenes, promoviendo la promiscuidad y el incremento de los embarazos entre las jóvenes.
La vida ya no se ve como una bendición sino como un peligro del que hay que defenderse.
Obviamente, ellos asocian la castidad con ignorancia y con criterios morales severos, absurdos y anacrónicos.

2.    El matrimonio natural

El matrimonio es un pacto de amor conyugal. Es una elección consciente y libre por la que el hombre y la mujer aceptan la comunidad íntima de vida y amor que exige su naturaleza.
•    El matrimonio es una unión de voluntades. Entrega libre y consciente. Públicamente afirmado.
•    Comunidad del hombre y de la mujer en el amor, para el desarrollo humano mutuo.
•    Es un contrato exigido por el amor conyugal y por el orden social en el que se compromete la entrega total de la persona.
•    Es un pacto de amor en el que se comprometen a amarse, respetarse y ser fieles toda la vida.
•    Tiene la misión de la procreación y educación de los hijos.
•    El matrimonio es el fundamento de la familia.
“Ningún poder puede abolir el derecho natural al matrimonio ni modificar sus características ni su finalidad. El matrimonio tiene características propias, originarias y permanentes” (CDSI, 216).
En los cristianos el matrimonio reviste, además, la dignidad de sacramento que santifica la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, y les concede la gracia para cumplir fielmente sus deberes de esposos y de padres.
El matrimonio natural es una institución anterior a cualquier legislación y es el origen natural de las civilizaciones. Jurídicamente es una institución pública y de interés social, por lo que el Estado la tutela y defiende, no por el amor que se profesan un hombre y una mujer, sino por el bien que representa para la permanencia de la especie y para la educación de las personas.
El artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, definió al matrimonio como la unión entre hombre y mujer y a la familia como el elemento natural y fundamental de la sociedad.
“El valor institucional del matrimonio debe ser reconocido por las autoridades públicas; la situación de las parejas no casadas no debe ponerse al mismo nivel que el matrimonio debidamente contraído” (Carta de los Derechos de la Familia, artículo 1).
La ideología de género pretende imponer en las legislaciones el “derecho” al “matrimonio igualitario”, entre personas del mismo sexo, y la adopción de niños por parte de esas parejas.
“Han conseguido modificaciones legales que hieren gravemente la dignidad del matrimonio, el respeto al derecho a la vida y la identidad de la familia” (Aparecida, 40).
Sin embargo, en julio de 2016, el Tribunal de Estrasburgo (Corte Europea de Derechos Humanos) declaró que el “matrimonio” entre personas del mismo sexo no es un derecho fundamental y recordó que el artículo 12 del Convenio consagra “el concepto tradicional del matrimonio como la unión de un hombre y de una mujer” y que no impone a los gobiernos la “obligación de abrir el matrimonio a las personas del mismo sexo”.
“En un marco de libertades nadie puede imponer a una persona con quien vivir o a quien amar, pero no es admisible, con el argumento de la igualdad de derechos, llamarle matrimonio a cualquier clase de unión y pretender atribuirle a otras formas de convivencia las características esenciales que solo corresponden al matrimonio natural” (La Dictadura de la ideología de género en México, pag. 42).

3.    Aportaciones del hombre y la mujer en el matrimonio

Paternidad y maternidad son complementarias, no opuestas. Sin la combinación de lo masculino y femenino no se constituye un nuevo ser. En lo psicológico ocurre algo parecido, se necesita la acción de padre y madre, para que el hijo crezca y se desarrolle de manera plena y armónica.
La complementariedad no significa que las aportaciones del padre y de la madre sean equitativas y simétricas en la educación del hijo. Cada uno aporta algo específico que no puede ser aportado por el otro, pero no es equitativa porque cada uno no cubre el 50 % de las necesidades del hijo.
Aporte de la mujer en la maternidad
En el concebir y dar a luz el hijo, la mujer se realiza en plenitud a través del don sincero y generoso de sí. Aunque la maternidad es un elemento clave de la identidad de la mujer, no se le debe considerar exclusivamente bajo el aspecto de la procreación biológica.
La mujer como madre y como primera educadora del hombre tiene una precedencia específica sobre el hombre. La mujer tiene un papel insustituible en los diversos aspectos de la vida familiar y social que implican las relaciones humanas y el cuidado del otro. En efecto, el papel de la madre es fundamental para el futuro de la sociedad.
La madre que estima la vocación materna y su puesto en la casa, ayuda enormemente a desarrollar, en sus propias hijas, las cualidades de la feminidad y de la maternidad y pone ante los hijos varones un claro ejemplo, de mujer recia y noble.
Las madres que quieren dedicarse plenamente a la educación de sus hijos y al servicio de la familia han de gozar de las condiciones necesarias para poderlo hacer, y para ello tienen derecho a contar con el apoyo del Estado.

Aporte del hombre en la paternidad

“El varón juega un papel igualmente decisivo en la vida familiar, especialmente en la protección y el sostenimiento de la esposa y los hijos… Muchos hombres son conscientes de la importancia de su papel en la familia y lo viven con el carácter propio de la naturaleza masculina” (Amoris Laetitia, 55).
El padre, por su parte, tiene el deber de ser verdaderamente padre, que ejerce su indispensable responsabilidad y colaboración en la educación de sus hijos. Los hijos, para su crecimiento integral, tienen el derecho de poder contar con el padre y la madre, para que cuiden de ellos y los acompañen hacia la plenitud de su vida.
La relación entre padre e hijo tiene un especial influjo en la seguridad personal del niño. El padre representa el punto de referencia en la conducta del niño. El padre aporta al hijo identidad, seguridad y lo introduce en la realidad.
El padre que inspira su conducta en un estilo de dignidad varonil, sin machismos, será un modelo atrayente para sus hijos e inspirará respeto, admiración y seguridad en las hijas.
“La ausencia del padre marca severamente la vida familiar, la educación de los hijos y su integración en la sociedad. Su ausencia puede ser física, afectiva, cognitiva y espiritual.
Esta carencia priva a los niños de un modelo apropiado de conducta paterna” (Amoris Laetitia, 55).
Cuando falta la presencia de alguno de los padres, los niños son más proclives a usar drogas, a la desorientación, al libertinaje y a evitar el matrimonio

4.    Situaciones que hay que superar*

No podemos dejar de mencionar los retos que el hombre y la mujer tienen respecto al matrimonio para superar situaciones adversas que enfrentan:
•    Propiciar una formación integral para que mujeres y hombres puedan cumplir su misión en la familia y en la sociedad.
•    En algunas familias persiste aún por desgracia una mentalidad machista. El hombre debe transformar su mirada hacia la mujer. Ella necesita para su realización el reconocimiento amoroso del esposo, padre y hermano.
•    No se terminan de erradicar costumbres inaceptables, como la vergonzosa violencia que a veces se ejerce a las mujeres.
•    Valorar la maternidad como misión excelente de las mujeres.
•    Reconocer el significado profundo de la complementariedad y lograr un cambio de mentalidad para que el hombre contribuya con la mujer en el hogar y en la educación de los hijos.
•    Reorientar la dinámica familiar para que cada miembro de la familia tenga una responsabilidad en las tareas del hogar. Guiar la educación de los hijos hacia una verdadera equidad entre hombres y mujeres.
•    Falta de conciliación de la vida familiar y laboral. Lograr esquemas de trabajo más flexibles y mayores beneficios para hombre y mujer en su periodo de maternidad y paternidad.
•    Trabajar en conjunto con gobierno y empresas para propiciar una formación integral para hombres y mujeres, de manera que cada uno pueda cumplir su misión en la familia y en la sociedad.
•    No estigmatizar socialmente a las mujeres que dedican la totalidad de su tiempo al trabajo doméstico. Las madres que quieren dedicarse plenamente a la educación de sus hijos y al servicio de la familia han de gozar de las condiciones necesarias para poderlo hacer, y para ello tienen derecho a contar con el apoyo del Estado. En efecto, el papel de la madre es fundamental para el futuro de la sociedad.
•    Superar el falso concepto de la independencia entre los cónyuges. Concepto de libertad como autoafirmación egoísta.
•    Incremento de divorcios.
•    Mentalidad que favorece la anticoncepción, la esterilización y el aborto.
Las feministas consideran que la sociedad trata de reducirlas a la condición de procreadoras quitándoles su dignidad y autonomía. Orilla a la mujer a no aceptar la distribución de roles típica de la familia nuclear y a trabajar fuera del hogar.
Una de las principales consecuencias de la ideología de género es “el abandono cultural de la maternidad”, lo que ha provocado una distorsión de la identidad femenina. Es la distorsión de la maternidad, pues una sus consignas defiende que la mujer, para liberarse completamente y alcanzar la plena igualdad con el hombre, debe controlar por completo su fecundidad. Equiparan la maternidad a una prisión y la califican como un freno para el desarrollo de la mujer. Por eso sus defensores reivindican el aborto libre y gratuito como una medida imprescindible para alcanzar la igualdad._ (cfr. Dra. María Lacalle en la Presentación del libro “La ideología de género. Reflexiones críticas”).
Bibliografía
•    Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Ed. Paulinas, 2006.  G
•    Pontificio Consejo para la Familia. Sexualidad humana: verdad y significado. 8 diciembre 1995
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/documents/rc_pc_family_doc_08121995_human-sexuality_sp.html
•    Consejo Pontificio para la Familia. Carta de los Derechos de la Familia. 22 de octubre de 1983
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/documents/rc_pc_family_doc_19831022_family-rights_sp.html
•    Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia, sobre el amor en la familia. S.S. Francisco, 19 de marzo de 2016.
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20160319_amoris-laetitia.html
•    Hombre y mujer: iguales sí, idénticos no. Artículo
•    Como responder a la ideología de género: hablan los expertos. Libro digital de Religión en libertad
http://www.religionenlibertad.com/los-expertos-vapulean-ideologia-genero-por-falsa–55604.htm
•    Artículo: Presentación del libro “La ideología de género. Reflexiones críticas”
https://es.zenit.org/articles/ideologia-de-genero-la-mas-insidiosa-y-destructora-revolucion-social/
•    La dictadura de la ideología de género en México. Frente Nacional por la Familia.

Fuente: http://frentenacional.mx/

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Charla 6: la familia, patrimonio de la humanidad https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-6-la-familia-patrimonio-de-la-humanidad/ Sun, 08 Jul 2018 02:25:36 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59389

Objetivos específicos:

1.    Describir qué es la familia natural y su importancia para las personas y para la sociedad
2.    Comprender y estar dispuesto a ejercer y a defender el derecho-deber de los padres a educar a sus hijos

Desarrollo de Contenidos:

“La familia, ‘patrimonio de la humanidad’, constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos. Ella ha sido y es escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente… La familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de los hijos.
La familia forma parte del bien de los pueblos y de la humanidad entera” (Discurso inaugural de SS Benedicto XVI en Aparecida, 5).

1.    La familia natural

La familia es la primera sociedad natural, célula primaria y vital de la sociedad, fundamento de la vida de las personas, lugar primario de relaciones interpersonales y prototipo de toda organización social.
La familia natural es resultado obvio de la misma naturaleza humana, que hace de cada sujeto: hombre-padre o mujer-madre, progenitores naturales de los hijos.
La familia es el ámbito natural del amor donde se acepta y ama al ser humano por sí mismo.
La familia es un lugar de encuentros, en ella coinciden de manera natural varios seres humanos, no por casualidad sino unidos por la paternidad, la filiación o la fraternidad, a partir de la primera y mutua elección de un hombre y una mujer que al casarse fundan ese hogar que es ámbito de encuentros.
La familia es el lugar primario de la ‘humanización’ de la persona y de la sociedad y cuna de la vida y del amor. Es la primera escuela de valores humanos y sociales. Es agente que educa a sus miembros y se abre a la gran comunidad humana, compartiendo con ella sus bienes. Es lugar insustituible para el desarrollo de la afectividad del niño y del adolescente.
La ideología de género cuestiona a la familia natural bi-parental (padre y madre) y se le equipara con un nuevo modelo de familia polimorfa (de lesbianas, de homosexuales, etc.); afirman que existen muchos “tipos de familias”, o simplemente “familias”.
Desdibujan el modelo de familia, conformado por papá, mamá e hijos, y equiparan el matrimonio natural con cualquier clase de unión.
Pretenden destruir a la familia natural, mediante una nueva dialéctica que confronta hombres contra mujeres con el pretexto de igualarlos y buscando una sociedad en la que no existan seres masculinos y femeninos, sino una gran variedad de orientaciones y tendencias sexuales.
“También se altera la concepción del hijo, que ya no es un don que se acoge, sino que se considera como un derecho. Eso justifica el planteamiento de que la mujer, si considera que el hijo llega en un momento “inoportuno”, tiene derecho a matarlo; o de que si no llega cuando se “desea”, se fabrica mediante las técnicas de reproducción asistida” (Dra. María Lacalle en la Presentación del libro “La ideología de género. Reflexiones críticas”).

2.    Importancia de la familia

La familia es importante y central para la persona humana. Es cuna de la vida y del amor, en ella el hombre nace y crece, y aprende qué quiere decir amar y ser amado. En ella el niño puede desarrollar sus potencialidades, hacerse consciente de su dignidad y prepararse a afrontar su destino, único e irrepetible (CDSI, 212).
“La familia constituye, más que una unidad jurídica, social y económica, una comunidad de amor y de solidaridad, insustituible para la enseñanza y transmisión de los valores culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos, esenciales para el desarrollo y bienestar de sus propios miembros y de la sociedad… La experiencia de diferentes culturas a través de la historia ha mostrado la necesidad que tiene la sociedad de reconocer y defender la institución de la familia” (Carta de los Derechos de la Familia, preámbulo).
La familia, comunidad natural en donde se experimenta la sociabilidad humana, contribuye en modo único e insustituible al bien de la sociedad. Es la primera ‘sociedad’ humana.
El bien de las personas y el buen funcionamiento de la sociedad están estrechamente relacionados con la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar. Sin familias fuertes en la comunión y estables en el compromiso, los pueblos se debilitan (CDSI, 213).
“La familia, sociedad natural, existe antes que el Estado o cualquier otra comunidad, y posee unos derechos propios que son inalienables” (Carta de los Derechos de la Familia, preámbulo).
La familia por su función procreativa y sus funciones en pro de cada uno de sus miembros, tiene una importancia y valor, que precede a las funciones que la sociedad y el Estado deben desempeñar. La familia no está, por lo tanto, en función de la sociedad y del Estado, sino que la sociedad y el Estado están en función de la familia (CDSI, 214).
Todo modelo social que busque el bien del hombre no puede prescindir de la centralidad y la responsabilidad social de la familia. La sociedad y el Estado, en sus relaciones con la familia, tienen la obligación de atenerse al principio de subsidiariedad. En virtud de este principio, las autoridades públicas no deben sustraer a la familia las tareas que puede desempeñar sola o libremente asociada con otras familias; por otra parte, las mismas autoridades tienen el deber de auxiliar a la familia, asegurándole las ayudas que necesita para asumir de forma adecuada todas sus responsabilidades (CDSI, 214).
“La sociedad, y de modo particular el Estado y las Organizaciones Internacionales, deben proteger la familia con medidas de carácter político, económico, social y jurídico, que contribuyan a consolidar la unidad y la estabilidad de la familia para que pueda cumplir su función específica” (Carta de los Derechos de la Familia, preámbulo).
La familia es la institución cultural más importante en las sociedades democráticas y es la institución que brinda más confianza en la sociedad (cfr. “Tipos de familia y bienestar de niños y adultos. Fernando Pliego).
El mayor bienestar familiar se tiene donde los padres tiene una relación estable por matrimonio civil y religioso y con hijos comunes. En esta condición es donde hay menos violencia, donde los hijos desertan menos de la escuela, donde hay menos delincuencia juvenil, donde hay menos abuso sexual contra niños, etc. (cfr. “Tipos de familia y bienestar de niños y adultos. Fernando Pliego).
“La Iglesia Católica, consciente de que el bien de la persona, de la sociedad y de la Iglesia misma pasa por la familia, ha considerado siempre parte de su misión proclamar a todos el plan de Dios intrínseco a la naturaleza humana sobre el matrimonio y la familia, promover estas dos instituciones y defenderlas de todo ataque dirigido contra ellas” (Carta de los Derechos de la Familia, preámbulo).
A partir de una reflexión de la realidad de las familias, vemos un interpelante ‘collage’ formado por tantas realidades diferentes (por ejemplo madres o padres solteros cuidando a sus hijos, abuelos al cuidado de sus nietos, etc.), colmadas de gozos, dramas y sueños… “Si constatamos muchas dificultades, ellas son un llamado a liberar en nosotros las energías de la esperanza traduciéndolas… en acciones transformadoras e imaginación de la caridad” (Amoris Laetitia, 57).
Los planteamientos de la ideología de género atentan contra la familia al considerar promover el libertinaje sexual, las relaciones sexuales ocasionales y sin compromiso, la homosexualidad, el divorcio, la mentalidad antinatalista, la esterilización, la manipulación genética, los “vientres de alquiler”, el aborto, etc.
Los programas de “salud sexual y reproductiva” no tienen ningún apartado que hable de compromiso, fidelidad, uso responsable de la sexualidad, etc. La única recomendación es el uso de preservativos o pastillas para evitar embarazos no deseados, y si lo anterior falla, el remedio es abortar.
En México la tendencia de rupturas conyugales es creciente (en 2013 se tuvieron 19 divorcios por cada 100 matrimonios) y será mayor al existir marcos legales que la incentiven a través del denominado “divorcio exprés” (cfr. La Dictadura de la ideología de género en México, pag. 53).
La ideología de género pretende que se igualen los derechos de las parejas homosexuales con las de las heterosexuales, y así reclaman el derecho al “matrimonio igualitario” y a tener hijos, sea por adopción o por alguna técnica de fecundación (cfr. La Dictadura de la ideología de género en México, pag. 61).
La mayoría de las parejas homosexuales no contemplan ni casarse, ni tener hijos, porque esto limita el modo de vida al que están acostumbrados. Luchan por la adopción porque para ellos es una etapa estratégica en su pretensión de “ampliación de derechos” (cfr. La Dictadura de la ideología de género en México, pag. 62).
En realidad, no existe el derecho de adopción por parte de las parejas, sean heterosexuales u homosexuales, lo que sí existe es el “interés superior del niño”, el derecho del menor a vivir en el mejor entorno posible, que es brindado por la familia conformada por un papá y una mamá, a pesar de sus limitaciones propias de la condición humana (cfr. La Dictadura de la ideología de género en México, pag. 62).
Las figuras de un padre y de una madre son insustituibles en el desarrollo sano de la identidad sexual del niño. La ausencia de cualquiera de ellos deja huellas psicológicas en su vida. Las personas homosexuales tienen la limitación de no poder ofrecer al niño una imagen definida del género masculino ni del femenino, porque no expresan ni lo uno ni lo otro.

3.    Los padres tienen el deber y el derecho de ser los primeros y principales educadores de sus hijos

“Por el hecho de haber dado la vida a sus hijos, los padres tienen el derecho originario, primario e inalienable de educarlos; por esta razón ellos deben ser reconocidos como los primeros y principales educadores de sus hijos. Ellos tienen el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas, teniendo presentes las tradiciones culturales de la familia que favorecen el bien y la dignidad del hijo; ellos deben recibir también de la sociedad la ayuda y asistencia necesarias para realizar de modo adecuado su función educadora” (Carta de los Derechos de la Familia, artículo 5).
Además, los padres, habiendo donado y acogido la vida en un clima de amor, poseen un potencial educativo que ningún otro detenta: ellos conocen en manera única los propios hijos, en su irrepetible singularidad y, por experiencia, poseen los secretos y los recursos del amor verdadero. (Sexualidad humana, verdad y significado, 7).
Su buen ejemplo y su liderazgo es esencial para reforzar la formación de los hijos.
La educación a la castidad y las oportunas informaciones sobre la sexualidad deben ser ofrecidas en el más amplio contexto de la educación al amor. Los padres deben dar una información con extrema delicadeza, pero en forma clara y en el tiempo oportuno. Todo niño es una persona única e irrepetible y debe recibir una formación individualizada. Su ejemplo es insustituible.
La familia debe ser ante todo casa de fe y de oración. “En el seno de una familia, la persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios. De ella recibimos la vida, la primera experiencia del amor y de la fe. El gran tesoro de la educación de los hijos en la fe consiste en la experiencia de una vida familiar que recibe la fe, la conserva, la celebra, la transmite y testimonia. Los padres deben tomar nueva conciencia de su gozosa e irrenunciable responsabilidad en la formación integral de sus hijos” (Aparecida, 118).
Pretenden la imposición en las escuelas, de la “educación sexual” obligatoria a los niños, para fomentar un cambio cultural alejado de las costumbres y tradiciones, en donde la autoridad y la figura de los padres quedan disminuidas.

4.    Los padres deben ser conscientes de su propio papel educativo y de defender y ejercitar este derecho-deber primario

Se recomienda a los padres asociarse con otros padres, no sólo con el fin de proteger, mantener o completar su misión de primeros educadores de sus hijos, especialmente en el área de la educación en el amor, sino también para contrarrestar formas dañosas de instrucción sexual y para garantizar que sus hijos se formen según los principios cristianos y en consonancia con su desarrollo personal.
En el caso de que los padres reciban ayudas de otros en la educación al amor de los hijos, se les recomienda que se informen de manera exacta sobre los contenidos y las modalidades con que se imparte tal educación complementaria. Los derechos de los padres son violados cuando el Estado impone un sistema obligatorio de educación del que se excluye toda formación religiosa.
“Los padres tienen el derecho de obtener que sus hijos no sean obligados a seguir cursos que no están de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas. En particular, la educación sexual que es un derecho básico de los padres debe ser impartida bajo su atenta guía, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos” (Carta de los Derechos de la Familia, artículo 5).
La ideología de género confronta a padres e hijos al mostrar la autoridad como algo negativo. Afirman que el “sistema” deberá “proteger” al niño de sus “padres oscurantistas”, padres que intentan inculcarle valores (los valores cristianos y familiares de siempre) distintos a los que ellos pregonan.

Bibliografía

•    Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Ed. Paulinas, 2006.
•    Pontificio Consejo para la Familia. Sexualidad humana: verdad y significado. 8 diciembre 1995
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/documents/rc_pc_family_doc_08121995_human-sexuality_sp.html
•    Consejo Pontificio para la Familia. Carta de los Derechos de la Familia. 22 de octubre de 1983
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/documents/rc_pc_family_doc_19831022_family-rights_sp.html
•    Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia, sobre el amor en la familia. S.S. Francisco, 19 de marzo de 2016.
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20160319_amoris-laetitia.html
•    Hombre y mujer: iguales sí, idénticos no. Artículo
•    Como responder a la ideología de género: hablan los expertos. Libro digital de Religión en libertad
http://www.religionenlibertad.com/los-expertos-vapulean-ideologia-genero-por-falsa–55604.htm
•    Artículo: Presentación del libro “La ideología de género. Reflexiones críticas”
https://es.zenit.org/articles/ideologia-de-genero-la-mas-insidiosa-y-destructora-revolucion-social/
•    La dictadura de la ideología de género en México. Frente Nacional por la Familia.

Fuente: http://frentenacional.mx/

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Charla 7: ¡Qué nadie se quede con los brazos cruzados! https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-7-que-nadie-se-quede-con-los-brazos-cruzados/ Sun, 08 Jul 2018 02:20:48 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59391 Objetivos específicos:

 1.    Comprender que, como laico comprometido, tiene la misión de promover y defender los valores cristianos de la dignidad e identidad de la persona humana, la vida, y el matrimonio y la familia naturales.
2.    Asumir la necesidad de formarse y de dar una lucha organizada

Desarrollo de contenidos

Si el mal no encuentra oposición ni resistencia acaba siempre por imponerse.
“El mundo no será destruido por aquellos que hacen el mal, sino por aquellos que lo observan y no hacen nada” (Albert Einstein).
“Lo único necesario para el triunfo del mal es que los buenos no hagan nada” (Edmund Burke).
“El problema principal no está tanto en los defensores de la ideología de género, sino en la aparente apatía de la sociedad, y singularmente en los cristianos. Nos hemos desvinculado del contenido esencial de la fe cristiana y de la tradición de la Iglesia, y nos hemos convertido en socios y cómplices acomodaticios de este proceso descivilizador” (Aquilino Polaino).

1.    El llamado de la Iglesia a la Nueva Evangelización

“Una grande, comprometedora y magnífica empresa ha sido confiada a la Iglesia: la de una nueva evangelización, de la que el mundo actual tiene una gran necesidad. Los fieles laicos han de sentirse parte viva y responsable de esta empresa” (Christifideles Laici, 64).
“Urge en todas partes rehacer el entramado cristiano de la sociedad humana… a los fieles laicos corresponde testificar cómo la fe cristiana constituye la única respuesta plenamente válida a los problemas y expectativas que la vida plantea a cada hombre y a cada sociedad. Esto será posible si los fieles laicos saben superar en ellos mismos la fractura entre el Evangelio y la vida, recomponiendo en su vida familiar cotidiana, en el trabajo y en la sociedad, esa unidad de vida que en el Evangelio encuentra inspiración y fuerza para realizarse en plenitud” (Christifideles Laici, 34).
Una nueva evangelización, como sugirió San Juan Pablo II: “nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión” (discurso a la XIX Asamblea del CELAM, 9 de marzo de 1983).

2.    Es la hora de los laicos

Misión propia de los laicos es promover los valores cristianos de la dignidad e identidad de la persona humana, la vida, y el matrimonio y la familia naturales, así como protegerlos de todo tipo de ataques abiertos o velados.
“Los fieles laicos tienen como vocación propia la de buscar el Reino de Dios, iluminando y ordenando las realidades temporales según Dios.
 Responden así a la llamada a la santidad y al apostolado, que se dirige a todos los bautizados” (Compendio del Catecismo, 188).
“Son los laicos… los que tienen que actuar a manera de fermento en la más para construir una ciudad temporal que esté de acuerdo con el proyecto de Dios” (Aparecida, 505).
Los cristianos somos “luz del mundo y sal de tierra” (Mt 5,13-16) y “germen segurísimo de unidad, de esperanza y de salvación para el género humano” (Lumen Gentium 9).
“Nuevas situaciones, tanto eclesiales como sociales, económicas, políticas y culturales, reclaman hoy, con fuerza muy particular, la acción de los fieles laicos. Si no comprometerse ha sido siempre algo inaceptable, el tiempo presente lo hace aún más culpable. Urge en todas partes rehacer el entramado cristiano de la sociedad humana. A nadie le es lícito permanecer ocioso” (Christifideles Laici, 3).
“¿Qué es lo que espero de la Juventud? Espero lío… quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos… Los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, tienen que hacerse valer… hagan lío” (S.S. Francisco en Río de Janeiro, 2013).

3.    ¡Que nadie se quede con los brazos cruzados!

En este tiempo que nos ha tocado vivir, preocupante y al mismo tiempo maravilloso, que participamos en los miedos, en las incertidumbres y en los interrogantes de los hombres de hoy, no debemos ser pesimistas ante el futuro, tenemos razones para la esperanza de que la humanidad pronto sea mejor, no sin nuestra participación comprometida y activa.
“Tenemos muchos signos de una cultura de la muerte en América Latina… pero son más fuertes las energías de humanidad, de vitalidad, de esperanza de nuestros pueblos, porque están profundamente arraigadas en la victoria del Resucitado” (cfr. Aparecida, 13).
“El llamado a ser discípulos misioneros nos exige una decisión clara por Jesús y su Evangelio, coherencia entre la fe y la vida, encarnación de los valores del Reino, inserción en la comunidad y ser signo de contradicción y novedad en un mundo que promueve el consumismo y desfigura los valores que dignifican al ser humano. En un mundo que se cierra al Dios del amor, “somos una comunidad de amor, no del mundo sino en el mundo y para el mundo” (Aparecida Mensaje final, 3).
Se requiere que “recobremos el valor y la audacia apostólicos” (Aparecida, 552).
“Prefiero una Iglesia herida, manchada y accidentada por salir a la calle antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a sus propias seguridades… Más que el temor a equivocarnos espero que nos mueva el temor a encerrarnos” (S.S. Francisco a los laicos en la Vigilia de Pentecostés, mayo 2013).
“¡Que nadie se quede con los brazos cruzados! Ser misionero es ser anunciador de Jesucristo con creatividad u audacia en todos los lugares… en especial, en los ambientes difíciles y olvidados” (Aparecida Mensaje final, 4).

4.    Nuestra misión requiere de nuestro esfuerzo, es de lucha.

“Tal es la gravedad de la ideología de género que no durará mucho tiempo, pero desde luego no basta con agarrarse a un árbol, sino que hay que estar preparado a nivel social y, sobre todo, a nivel familiar y educativo, a la vez que prever cómo reconstruir en el futuro lo que va a destruir este tsunami”. “La solución pasa por dar una adecuada formación sexual, sobre todo en la familia, sin miedo, como algo positivo y digno, con responsabilidad, y que va unido al amor humano y al matrimonio, porque si no se puede caer en deformaciones” (Benigno Blanco).
Se trata de ganar la batalla cultural a la ideología de género.
Para trabajar por nuestra misión, requerimos de la virtud de la fortaleza.
 Y al igual que la virtud de la fortaleza tiene dos aspectos, nosotros debemos hacer dos tipos de acciones: una positiva, de compromiso y otra de resistencia.
1.    El compromiso es pasar a la ofensiva, no presumiendo de las propias fuerzas, sino confiando mucho en la ayuda del Señor. Se trata de promover, con la palabra, con el testimonio y con el ejemplo, los valores de la dignidad humana, el matrimonio y la familia naturales. Significa ganarse inteligencias, voluntades y corazones; ganarse aliados que decidan sumarse a esta misión. En una sociedad cada vez más plural, seamos integradores de fuerzas en la construcción de un mundo más positivo, más justo y más solidario.
“Seamos misioneros del Evangelio no sólo con la palabra sino sobre todo con nuestra propia vida, entregándola en el servicio” (Aparecida Mensaje final, 4).
“Si bien es siempre indispensable la predicación, la proclamación verbal de un mensaje, sabemos bien que el hombre moderno, hastiado de discursos, se muestra con frecuencia cansado de escuchar y, lo que es peor, inmunizado contra las palabras…. El testimonio de una vida auténticamente cristiana es el primer medio de evangelizar… El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio” (Evangelii Nuntiandi, 41 y 42).
2.    Resistencia es la capacidad de enfrentar las dificultades tanto internas como externas; la fuerza moral de superar las adversidades de la vida, de vencer al mal en todas sus formas. Implica el combatir contra los enemigos de nuestros valores.
Significa confirmar en nosotros nuestras convicciones, principios y valores para evitar caer en el peligro de adaptarnos a las formas de pensamiento y de conductas actuales, o del desinterés, del conformismo o de la derrota.
En primer lugar impedir que se instalen en nosotros los criterios del egoísmo, del individualismo, del relativismo, del consumismo, de la “revolución sexual”, de la ideología de género.
Un factor esencial en nuestra misión es el espíritu de lucha, y para ello debemos entrenarnos.
Nos resistiremos con todas nuestras fuerzas a esta avasalladora ideología radical que es opresora en los hechos y que niega la misma naturaleza humana. Lo haremos por el amor apasionado e irrenunciable al ser humano, a los destinos de la humanidad, y con la esperanza invencible de que el hombre moderno sepa descubrir también ahora su vocación a una civilización que no muere, sino que progresa siempre hacia la perfección natural y sobrenatural del espíritu humano.

5.    Se requiere de la ayuda de Dios

No podemos solos, necesitamos de Dios y de su gracia.
“Sin mí no pueden hacer nada” (Jn 15,5) nos dijo el Divino Maestro, y precisamente para participar “en el mundo sin ser del mundo” es imprescindible aprovechar y vivir la gracia que hará que me mantenga firme y fiel “sostenido por la fuerza de Aquel que actúa poderosamente en mí” (Col 1,29).
“El desarrollo necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios en oración, cristianos conscientes de que el amor lleno de verdad del que procede el auténtico desarrollo, no es el resultado de nuestro esfuerzo sino un don. Por ello, también en los momentos más difíciles y complejos, además de actuar con sensatez, hemos de volvernos ante todo a su amor” (Caritas in Veritate, 79).
“Trabaja como si todo dependiera de ti. Reza como si todo dependiera de Dios”. San Agustín.
“Ora et labora”. San Benito.
“En las empresas de apostolado, está bien -es un deber- que consideres tus medios terrenos (2+2=4), pero no olvides ¡nunca! que has de contar, por fortuna, con otro sumando: Dios+2+2…” (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Camino, 471).

Bibliografía:

•    Exhortación apostólica post-sinodal Christifideles Laici, sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo. S.S. Juan Pablo II. 30 de diciembre de 1988
•    Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, sobre la evangelización en el mundo contemporáneo. S.S. Pablo VI. 8 de diciembre de 1975
•    Conferencia del Episcopado Mexicano. Documento conclusivo de Aparecida. Ed. CEM, 2007. https://parroquiaicm.files.wordpress.com/2008/12/documento_conclusivo_aparecida.pdf

Fuente: http://frentenacional.mx/

]]> 59391 Charla 8: el indispensable compromiso de los laicos en la vida pública https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-8-el-indispensable-compromiso-de-los-laicos-en-la-vida-publica/ Sun, 08 Jul 2018 02:15:09 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59393 Objetivos específicos:

1.    Comprender el indispensable compromiso de los laicos en la vida pública
2.    Decidir participar en los ámbitos públicos por la importancia que tienen para promover y defender la dignidad humana, la vida, el matrimonio y la familia.

Desarrollo de contenidos

Son muchos y variados los llamamientos de los últimos Papas y de los Obispos, a la “formación de una nueva generación de cristianos laicos comprometidos con la vida pública de las naciones”. Nos convocan a los laicos a trabajar en el campo de lo social, de lo cívico y de lo político; ámbitos donde no podemos seguir ausentes. Es indispensable nuestro compromiso en la vida pública, participando con responsabilidad, coherencia, valentía y competencia.

1.    Ausencia de líderes católicos en los ámbitos públicos

Si hay muchos problemas en el ámbito de la vida social que “en parte se ha debido a la falta de fidelidad a sus compromisos evangélicos de muchos cristianos con especiales responsabilidades políticas, económicas y culturales” (Aparecida, 501).
“La realidad actual de nuestro continente pone de manifiesto que hay una notable ausencia en el ámbito político, comunicativo y universitario, de voces e iniciativas de líderes católicos de fuerte personalidad y de vocación abnegada que sean coherentes con sus convicciones éticas y religiosas” (Aparecida, 501).

2.    Una nueva generación de cristianos laicos comprometidos con la vida pública

“Para animar cristianamente el orden temporal -en el sentido de servir a la persona y a la sociedad- los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la «política»; es decir, de la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común. Todos y cada uno tienen el derecho y el deber de participar en la política, si bien con diversidad y complementariedad de formas, niveles, tareas y responsabilidades” (Christifideles Laici, 42).
“La Iglesia alaba y estima la labor de quienes, al servicio del hombre, se consagran al bien de la cosa pública y aceptan el peso de las correspondientes responsabilidades” (Gaudium et Spes, 75).
“Implicarse en la política es una obligación para un cristiano. Nosotros los cristianos no podemos jugar a ser Pilatos: lavarnos las manos; no podemos. Debemos entrar en la política, porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política. ¡Trabajar por el bien común es un deber de cristiano, y muchas veces la vía para trabajar es la política! ¡No es fácil! Pero tenemos que ir adelante con fuerza y con confianza en el Señor: con el Señor todo es posible” (S.S. Francisco a estudiantes de las escuelas de los Jesuitas, Ciudad del Vaticano, 7 de junio de 2013).
“¡Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo! … ¡La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común!… (Evangelii Gaudium, 205).
“Hay que alentar a los laicos católicos que se comprometen en las instituciones y en la praxis política, llamados a colaborar en la rehabilitación de la dignidad de la política como alta forma de la caridad y servidores apasionados de su pueblo y especialmente de los pobres y los que sufren” (El Indispensable compromiso de los laicos en la vida pública de los pueblos Latinoamericanos).
“El primer compromiso de los fieles laicos en la vida pública concierne al matrimonio y a la familia… En la custodia, propuesta y experiencia de la verdad, bondad y belleza de la vida matrimonial y familiar están en juego la calidad de la vida de las personas y naciones” (El Indispensable compromiso de los laicos en la vida pública de los pueblos Latinoamericanos).

3.    La participación en la política es multiforme y variada*

“Para animar cristianamente el orden temporal -en el sentido de servir a la persona y a la sociedad- los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la «política»; es decir, de la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común. Todos y cada uno tienen el derecho y el deber de participar en la política, si bien con diversidad y complementariedad de formas, niveles, tareas y responsabilidades” (Christifideles Laici, 42).
El bien común es la meta prioritaria de la comunidad política y corresponde al Estado el promoverlo y defenderlo. Es la razón de ser de la autoridad política, y todos los miembros y sectores de la sociedad civil debemos colaborar activamente para lograrlo.
La sociedad siempre está en marcha hacia el progreso social y el motor de su impulso es el bien común. “Por bien común se ha de entender el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección. El bien común supone el respeto y la promoción de los derechos humanos fundamentales de la persona y la sociedad, y la paz y la seguridad de todos” (Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 407 y 408).
La participación política no se da sólo por medio de los cauces tradicionales del ejercicio del gobierno y de los partidos políticos. Hoy día las modalidades de participación ciudadana en la cosa pública se ha ido multiplicando: mediante organizaciones no gubernamentales, iniciativas de voluntariado y solidaridad, redes sociales y una diversidad de movimientos populares que contribuyen al bien común de su comunidad.
Los cristianos como ciudadanos responsables tenemos la obligación básica de promover una amplia y efectiva participación política demandando a nuestros gobernantes que enfoquen su trabajo, interpretando las aspiraciones de la sociedad civil, al logro del bien común.
No solo debemos participar en los procesos electorales, sino hacerlo de manera informada y responsable, conociendo los problemas de nuestra comunidad y confrontándolos con las propuestas de solución que ofrecen los candidatos. Y una vez que ocurra la elección y la toma de posesión, estar atentos a todo lo que hacen, exigiéndoles que cumplan lo que ofrecieron y que no caigan en la corrupción política, tan común en nuestros días (cfr. CDSI, 406-414).
Se les invita a consultar y promover algunos sitios web de referencia confiable que publican en tiempos electorales la posición, en favor o en contra, de los candidatos en temas como la vida, el matrimonio, la familia, la libertad religiosa, etc.:
http://www.sabervotar.mx
http://www.votocatolico.mx

4.    Guiados por la Doctrina Social de la Iglesia

Para saber dirigir cristiana y congruentemente sus actividades, un fiel laico debe estudiar la Doctrina Social de la Iglesia y buscar su aplicación, sobre todo en las situaciones concretas en las que debe dar testimonio cristiano valiente y prudente, desde las posiciones de cargos públicos, de liderazgo, de responsabilidades profesionales.
“Queremos estimular la formación de políticos y legisladores cristianos para que contribuyan a la construcción de una sociedad justa y fraterna según los principios de la Doctrina Social de la Iglesia” (Aparecida Mensaje final, 3).
“El cristiano sabe que puede encontrar en la Doctrina Social de la Iglesia los principios de reflexión, los criterios de juicio y las directrices de acción como base para promover un humanismo integral y solidario”… “un humanismo integral y solidario, que pueda animar un nuevo orden social, económico y político, fundado sobre la dignidad y la libertad de toda persona humana, que se actúa en la paz, la justicia y la solidaridad” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 7 y 19).

5.    Cuestionar lo “políticamente correcto”

Lo “políticamente correcto” no es otra cosa que la imposición de una determinada ideología o moral relativista a la sociedad bajo la amenaza de ser descalificado personalmente si no se acepta.
Así, el que está en contra de la adopción de niños por parejas homosexuales es homofóbico, el que está en contra del aborto es machista y misógino, el que defiende el matrimonio y la familia naturales es conservador, intolerante o retrógrada, etc.
El efecto de esta imposición ha sido en buena cuenta el que se paraliza y se amordaza al que piensa diferente, reduciendo la libertad de expresión y logrando la imposición de ideologías únicas que es políticamente incorrecto criticar.
Una tarea concreta es la de no caer en el juego de la dictadura de la ideología de género y, por el contrario, atreverse a cuestionarla, denunciarla e impugnarla con firmeza en los foros públicos, en los medios de comunicación y en las calles. Discrepar no es odiar.
“Rezar más, estudiar más, pensar más y actuar sin respetos humanos para romper el corset de la políticamente correcto” (Juan Claudio Sanahuja).
Un gran ejemplo de “cuestionar la políticamente correcto” lo vivimos con el Frente Nacional por la Familia, el cual a partir del mes de mayo de 2016 aglutinó a más de mil instituciones de la sociedad civil organizada de todo México, para trabajar a favor del matrimonio y la familia naturales y como una enérgica respuesta al paquete de iniciativas del presidente Enrique Peña Nieto de modificar la Constitución y el Código Civil para reconocer la ideología de género y las uniones entre personas del mismo sexo.
Las asociaciones del Frente Nacional por la Familia organizaron 130 marchas, con 1 millón, 274 mil participantes; hicieron presencia en los medios de comunicación social, en las redes sociales, en los Congresos estatales, en los Cabildos municipales, en las calles y en las plazas públicas para defender el matrimonio y la familia naturales y evitar el proceso de maduración de la ideología de género en nuestra Nación.
¿Y tú, has participado en la promoción y la defensa a la vida, al matrimonio y a la familia?
¿Ahora mismo, qué estás haciendo, en qué estás comprometido?

Bibliografía:

•    Exhortación apostólica post-sinodal Christifideles Laici, sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo. S.S. Juan Pablo II. 30 de diciembre de 1988
•    Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, sobre la evangelización en el mundo contemporáneo. S.S. Pablo VI. 8 de diciembre de 1975
•    Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Ed. Paulinas, 2006.
•    Conferencia del Episcopado Mexicano. Documento conclusivo de Aparecida. Ed. CEM, 2007. https://parroquiaicm.files.wordpress.com/2008/12/documento_conclusivo_aparecida.pdf
•    Pontificia Comisión para América Latina. El Indispensable compromiso de los laicos en la vida pública de los pueblos Latinoamericanos. Recomendaciones pastorales. Ciudad del Vaticano, marzo 2016.

Fuente: http://frentenacional.mx/

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Charla 9: ser líder es servir con entusiasmo y audacia https://www.chanboox.com/2018/07/07/charla-9-ser-lider-es-servir-con-entusiasmo-y-audacia/ Sun, 08 Jul 2018 02:05:25 +0000 http://www.chanboox.com/?p=59395 Objetivos específicos:

1.    Apreciar los valores que debe desarrollar el líder que lucha por el matrimonio y la familia naturales
2.    Tener criterios y elementos para diseñar la forma concreta de luchar en su comunidad para conseguir nuestra misión.

Desarrollo de contenidos

No sólo debemos estar bien preparados en los principios sociales cristianos, sino también debemos ser competentes en el ámbito de nuestra propia profesión y especialización. Para trabajar por nuestra misión, en el mundo actual es indispensable contar con profesionistas competentes en todos las áreas, y en particular en los temas que son esenciales para la vida democrática de la sociedad, como lo son las ciencias en las que se basa la política, esto es, la filosofía social, la teoría del estado, el orden jurídico, los derechos humanos, la economía social, el desarrollo humano sustentable, etc.

1.    Líderes comprometidos, competentes y activos

Nuestra misión necesita de líderes católicos que estén formados con sabiduría, con cultura amplia, con pensamiento recto y sólido, competentes para cumplir su vocación. Líderes congruentes, que transformen la sociedad inspirados en los principios y valores del Evangelio y de la Doctrina Social Cristiana.
“El desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y agentes políticos que sientan fuertemente en su conciencia la llamada al bien común. Se necesita tanto la preparación profesional como la coherencia moral” (Caritas in veritate, 71).
Se requiere desarrollar competencias técnicas del liderazgo proactivo y efectivo: Cabildeo, Cómo hacer alianzas, Comunicación Social efectiva, Redes Sociales, Liderazgo, Oratoria, elaboración de Políticas públicas, etc.

2.    Visión de largo plazo. “El tiempo es superior al espacio”

Quien trabaje en la política tiene necesidad de vivir las virtudes de la fortaleza y de la paciencia porque vivirá en medio de innumerables dificultades, y casi nunca podrá ver el resultado de sus propias acciones y de sus propios sacrificios.
l Papa Francisco también aborda el tema de la fortaleza y la paciencia del político al enseñarnos que “el tiempo es superior al espacio”.
“Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad. Es una invitación a asumir la tensión entre plenitud y límite, otorgando prioridad al tiempo. Uno de los pecados que a veces se advierten en la actividad sociopolítica consiste en privilegiar los espacios de poder en lugar de los tiempos de los procesos. Darle prioridad al espacio lleva a enloquecerse para tener todo resuelto en el presente, para intentar tomar posesión de todos los espacios de poder y autoafirmación. Es cristalizar los procesos y pretender detenerlos. Darle prioridad al tiempo es ocuparse de iniciar procesos más que de poseer espacios. El tiempo rige los espacios, los ilumina y los transforma en eslabones de una cadena en constante crecimiento, sin caminos de retorno. Se trata de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad” (Evangelii Gaudium, 223).

3.    Líderes realistas. “La realidad es más importante que la idea”.

Igualmente, el Papa Francisco nos enseña otro principio fundamental que nos ayuda a ser realistas a los cristianos con vocación política: “la realidad es más importante que la idea”.
Existe una tensión bipolar entre la idea y la realidad. La realidad simplemente es, la idea se elabora… la realidad es superior a la idea. Esto supone evitar diversas formas de ocultar la realidad. La idea -las elaboraciones conceptuales- está en función de la captación, la comprensión y la conducción de la realidad. La idea desconectada de la realidad origina idealismos y nominalismos ineficaces, que a lo sumo clasifican o definen, pero no convocan. Lo que convoca es la realidad iluminada por el razonamiento… Hay políticos -e incluso dirigentes religiosos- que se preguntan por qué el pueblo no los comprende y no los sigue, si sus propuestas son tan lógicas y claras. Posiblemente sea porque se instalaron en el reino de la pura idea y redujeron la política o la fe a la retórica. Otros olvidaron la sencillez e importaron desde fuera una racionalidad ajena a la gente (Evangelii Gaudium, 231-232).
“El fiel laico está llamado a identificar, en las situaciones políticas concretas, las acciones realmente posibles para poner en práctica los principios y los valores morales propios de la vida social. Ello exige un método de discernimiento, personal y comunitario, articulado en torno a algunos puntos claves: el conocimiento de las situaciones, analizadas con la ayuda de las ciencias sociales y de instrumentos adecuados; la reflexión sistemática sobre la realidad, a la luz del mensaje inmutable del Evangelio y de la enseñanza social de la Iglesia; la individuación de las opciones orientadas a hacer evolucionar en sentido positivo la situación presente. De la profundidad de la escucha y de la interpretación de la realidad derivan las opciones operativas concretas y eficaces” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 568).

4.    S/lo llegaremos lejos si tenemos liderazgos sociales genuinos

“Se trata de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero si convicciones claras y tenacidad” (Evangelii Gaudium, 223).
Promover genuina participación ciudadana constructiva a nivel de las comunidades e instituciones. Lograr la participación activa en la construcción del Bien Común.
Sumar y hacer sinergia con líderes de asociaciones que compartan la misma visión y los mismos fines. Respetar y conservar los fines y objetivos de cada grupo, pero sumarse en causas comunes.
Interaccionar con dirigentes de instituciones, con universidades de inspiración cristiana, organismos de la Iglesia, otros movimientos de laicos, Organizaciones de la Sociedad Civil que valoren a la persona, los derechos humanos, el matrimonio y la familia.
Generar vertebración social; ganar influencia en la sociedad.

5.    Aprovechar eficazmente los Medios de Comunicación Social

“La revolución  tecnológica y los procesos de globalización configuran el mundo actual como una gran cultura mediática. Esto implica una capacidad para reconocer los nuevos lenguajes, que pueden ayudar a una mayor humanización global. Estos nuevos lenguajes configuran un elemento articulador de los cambios en la sociedad” (Aparecida, 484).
Debemos formar comunicadores profesionales competentes y comprometidos con los valores humanos y cristianos en la transformación evangélica de la sociedad.
Deben procurar:
•    Conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación
•    Promover la formación profesional en la cultura de la comunicación de todos los líderes
•    Estar presente en los MCS: prensa, radio, tv, foros, sitios de internet, Facebook, Twitter, etc.
•    Promover leyes que protejan a los niños y jóvenes para que la comunicación no distorsione los valores
•    Contribuir a mejorar la imagen de nuestras instituciones y prestigiarlas.
6.    Retos en nuestra comunidad
Encontrar expresiones culturales, cívicas y políticas innovadoras para promover y defender la dignidad de la persona humana, la vida y el matrimonio y la familia naturales.
Definir objetivos estratégicos y líneas de acción concretas.
Actuar de manera realista, con claridad de las realidades políticas, que aprendamos a analizar y conocer las situaciones tal y como son, y a promover soluciones eficaces conectadas con la realidad y con la gente.
Diseñar campañas concretas que promuevan y defiendan la dignidad e identidad de la persona humana, la vida y el matrimonio y la familia naturales.
•    Estar pendientes de todo tipo de manifestación de la “revolución sexual”, especialmente de acciones legislativas, de acciones y campañas de los gobiernos municipales y estatales, de campañas de los homosexualistas, etc.
    Organizar o participar en mítines y manifestaciones, en los Cabildos, en los Congresos o en las plazas y calles, de apoyo a lo nuestro o de protesta por imposiciones de aquellos.
•    Denunciar las ideas y lenguaje hegemónico de la dictadura de la ideología de género.
•    Evidenciar el adoctrinamiento en las aulas: “Con mis hijos no te metas”, “A mis hijos los educo yo”, etc.

Bibliografía:

•    Exhortación apostólica post-sinodal Christifideles Laici, sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo. S.S. Juan Pablo II. 30 de diciembre de 1988
•    Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi, sobre la evangelización en el mundo contemporáneo. S.S. Pablo VI. 8 de diciembre de 1975
•    Conferencia del Episcopado Mexicano. Documento conclusivo de Aparecida. Ed. CEM, 2007. https://parroquiaicm.files.wordpress.com/2008/12/documento_conclusivo_aparecida.pdf
•    Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Ed. Paulinas, 2006.

Fuente: http://frentenacional.mx/

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